Problemas (bi/tri) centenarios en Curicó

Hace unos días publiqué esto pero me gustaría profundizar un par de líneas acerca de la situación, sobre todo teniendo en cuenta el contexto de reconstrucción, pendientes, un nuevo aniversario de Curicó y un año menos al Tercer Centenario en 2043.

Un tip histórico de reconstrucción de iglesias en Curicó. Llegando al segundo centenario, por allá por la década de 1940, la Iglesia San Francisco mostraba los daños de infraestructura ocasionados por tres terremotos (1906, 1928, 1938) incluyendo la caída de torres y hundimiento de la nave central. En ese momento, teniendo a la vista la idea de completitud para llegar con dignidad a la fecha de celebración del Segundo Centenario, comenzó la reconstrucción encabezada por el visionario arquitecto San Martín Ferrari, cuyas obras aún podemos ver en el siglo XXI.

Curioso, ya que mientras se discutía esto, en paralelo se sostenía la discusión acerca de tener un estadio completo en Curicó y la falta de organización para lograrlo. Más curioso si también se levantó el tema de mejorar alameda hasta Guaiquillo y obras para dar nuevo aire al Cerro Condell. Recordemos que estamos hablando del Curicó del ‘40, no del Curicó actual.

Varias de las obras en Cerro Condell se lograron, la Alameda logró extenderse acercándose al Guaiquillo y pavimentando el Óvalo también. El estadio logró concretar su paso de propiedad, acción relevante para comenzar a pensar en un estadio que se veía como una necesidad cubierta por otras localidades incluso con menos recursos. ¿Cuál fue la clave? Por una parte el deseo compartido de mejorar la ciudad pero quizá más importante, el compromiso de parte de la ciudadanía por mejorar su propio espacio llegando incluso a levantar fondos en la comunidad a través de actividades, colectas, donaciones, etc., para concretar mejoras. La presión al alcalde Castro y la coordinación con el intendente Acuña dieron frutos basados en un entorno de ciudadanía activa en ese momento.

¿Qué pasó con la iglesia? Los feligreses se coordinaron y luego de reunir fondos comenzaron la reconstrucción que sobrevivió hasta 1985/2010. ¿Qué está pasando ahora? Primero el espacio público en general es un espacio de otro, no el mio, por lo que no me haré cargo. Como ya no somos ciudadanos sino consumidores, alguien tendrá que ofertar una solución. Quien debe hacerse cargo es un tercero y el tercero por antonomasia es El Estado. Así, el estado debe hacerse cargo también de la reconstrucción de iglesias. ¿Esto tiene sentido?, podría llegar a tenerlo.

Los feligreses cambiaron
Se nos abren un par de preguntas en este contexto. ¿Hay un nivel de compromiso de parte de los feligreses, como lo hubo en la década del ’40? En este punto tenemos que constatar que si Curicó cambia día a día, más cambiará siglo a siglo. Los feligreses de ese momento, bisabuelos o abuelos quizá de los actuales, quizá ya no estén con vida y si lo están, quizá ni estén en el barrio dados los desplazamientos que la ciudad ha tenido con mayor medida en los últimos años. Curicó se ha ido desplazando y seguirá desplazándose, todo sin mayor coordinación u orden macro y más guiado por los hilos del mercado.

Por otra parte, hace más de 70 años la Iglesia Católica tenía notablemente mayor predominio en Chile y en Curicó que el que tiene ahora, a pesar de que la comarca aún sigue mostrando mayor nivel de adhesión que otras regiones. Entre otras evidencias, la propia donación de territorios es bastante expresivo de la concreción de la creencia. ¿Pero qué pasa cuando una familia, creyente y con la mejor intención, dona un terreno que luego de algunas décadas termina siendo vendido o arrendándose con objetivos que “divergen” de la motivación espiritual? Queda la duda.

Nadie sabe para quien trabaja
Desde luego queda la duda acerca de la administración de los bienes, que incluso nos han llevado a ver desaguisados como el de habilitación de pubs o discos al lado de la propia Iglesia San Francisco. Cada quien que administre sus bienes como se le plazca, pero comienza a ser tema cuando, en contrapartida, se intenta que el Estado se haga responsable. Vimos como incluso la comunidad del sector en sesiones del concejo municipal expresaron su descontento ante la habilitación de esa especie de locales en el sector, mientras, el guía espiritual lograba un nuevo arriendo.

Además de la administración de los bienes, creo que es relevante la administración de los fondos. ¿Luego de la venta de Carmen con Freire hay caja como para financiar reconstrucciones?. Esa esquina es muy visible, con un espacio tradicional y reconocido para la comunidad como lo era la llamada Casa de Ejercicios, un lugar que incluso fue un aporte para la comunidad en tiempos duros y que se volverá más visible con un centro comercial encima. Por contraposición, debe haber un conjunto de propiedades de las que no sabemos que ya fueron vendidas o quizá estén en venta. Nuevamente, no debería importarnos ya que una organización privada -como toda religión- puede destinar sus fondos como le plazca en el marco legal vigente, pero aparece como tema cuando las lucas frescas no se destinan a cubrir necesidades de recuperación del patrimonio arquitectónico. Y quizá sea un modus: no me preocupo de las iglesias, que la comunidad vea cómo se las arregla, tercerizando así también este problema, mientras no signifique arrendar o vender algo. ¿La Iglesia Católica también asumió que otro debe hacerse cargo de sus propios inmuebles?

A donde llegará el dinero
Por lo general en estos temas nos quedan varios espacios de sombra. El primero es acerca del funcionamiento de la institución, donde intuyo que Curicó no se manda solo y Talca tiene algo que ver también. El segundo es que la misma situación se repite por la provincia y por la región donde aún hay un set de iglesias a medio filo, incluso con riesgo evidente. ¿Dónde se queda el dinero?, ¿quién administra los fondos y propiedades?, nuevamente comienza a convertirse en problema más aún si levantamos la mirada y vemos el marco global donde luego de la lluvia de denuncias no sería raro encontrar un listado de cuentas por pagar en base a compensación a las víctimas. Lo que se gane por inmuebles de regiones, yendo a pagar a víctimas de las mismas regiones u otras.

Los problemas son más terrenales de lo que parecen.

El museo centenario pendiente
Para finalizar, a propósito de pendientes centenarios, alcanzando la fecha del bicentenario de 1943 una discusión que se tomaba el ágora fue la de construir un Museo para Curicó. En momentos donde se está reabriendo este pendiente, quizá haya espacio de acuerdo, donde el Estado efectivamente pueda comprometerse pero también la Iglesia, entregando en comodato o en propiedad la Iglesia San Francisco para establecer allí el Museo pendiente. Esto no es para nada novedoso y en otras latitudes ha pasado con el establecimiento de librerías, centros comerciales y otros.

El Tercer Centenario se acerca. El año 2043 será el año en donde miraremos hacia atrás y quizá un buen momento para comenzar a pensar en cómo llegaremos allí sea un aliciente para pensar la ciudad de forma orgánica y abierta. Revisar la lista de pendientes desde 1943 quizá sea un buen comienzo.La Imagen. Mapa de Curicó de 1922, Biblioteca Nacional.

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