2023: Un nuevo año perdido para el ciclismo urbano en Curicó


Todas las semanas se discute acerca de movilidad en alguna de sus formas en el Concejo Municipal de Curicó y, en casi todas ellas, se incluyen peticiones por estado de las ciclovías, su necesidad de mantenimiento, los bordes de caminos rurales, limpiezas, bicicleteros destruidos, ciclovías eliminadas a la fuerza, en fin, lo usual. Cada semana, casi. Cuando comentamos que se discute semana a semana suelen no creer que eso pase –si, pasa, hay videos de evidencia– siendo que no se aprecia mayor acción que refleje en algo un mínimo interés por mejoras. Y es que 2023, aún contando con recursos especialmente dispuestos para ello en el municipio, no mejoró respecto del año anterior y, en algunos aspectos, incluso empeoró, como veremos. Luego de un año de discusión, hace unos días se realizó la segunda “participación ciudadana” por el Plan de Ciclorutas Curicó – Linares. No sabemos como va el de Linares, pero en el caso de Curicó, tal como si fuera una máquina del tiempo, se anunció nuevamente que podríamos aspirar a nuevos metros de ciclovía (25 kilómetros dicen) otra vez de aquí a 4 ó 5 años. En 2022 el plazo también era de 4 ó 5 años. Y así, pasar el tejo año a año, hasta que lo vuelva a tomar alguna futura administración municipal o gubernamental. Favorablemente, este año cambió el tono en la mesa de decisiones de la comarca, de ameno en 2022 a decepcionante en 2023. Tal como pasa en sesiones donde no asiste el alcalde, hubo un espacio de catarsis y meta-definiciones donde la pregunta del ¿para qué estamos haciendo esto si nunca lo concretamos? subyacía al conjunto de preguntas de la mesa.

No fue lo único perdido. Se anunció el proyecto de bypass pero sin ciclovías. Porque si un proyecto realizado no es modificable, podríamos entender que los nuevos aún no finalizados (ni en el papel) sí lo son. Como esos donde sí se pudo incluir ciclovías o soterramiento de cableado, opciones sobre las que parece no haber acuerdo de exigir. Se anunció también el nuevo proyecto Eje Vial Diego Portales, que sí traerá ciclovías, pero que caerá en el mismo destino de las actuales porque decidimos ahorrar en hormigón pigmentado. No es una especulación: el Eje Vial Freire Alessandri –aún no inaugurado– ya muestra espacios de desgaste en las ciclovías donde aquel milagro de la pintura fue posible. Y si de aquel eje vial hablamos, quizá estemos peor, luego del cambio de rotativos seremis que conocían de las peticiones de la comunidad por mayor seguridad y que siguen pendientes, lo que supondremos que se tendrá que explicar por segunda o tercera vez a la nueva autoridad que atenta escuche qué era lo que debía haber estado listo antes de cualquier audaz apertura, que ha demostrado en el uso su potencial mortal. En aquel libro que presentamos en octubre, planteábamos dos ideas acerca de esto: era necesario documentar el recorrido hasta hoy ante la inestabilidad de cargos provinciales y regionales. La segunda, permite entender rápido el estilo de las diversas autoridades frente a un problema de años, varias de las que han intentado eludirlo con un temporal que emergió recién hace algunos meses. ¿Qué esperar para 2024? Ya hablaremos de eso. Partamos por constatar que la deuda histórica hacia peatones y ciclistas aumentó.
Cierro esta columna a minutos de fallecer otro ciclista en Zapallar luego de ser atropellado, como dijimos que pasaría hace unas columnas atrás. No es increíble, fue predecible.

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