Far West Curicano: el Plan de Ciclorutas un año después

Una de las características del Far West era la falta de autoridad clara o, siendo benevolentes, la falta de capacidad de aquel que ostentaba el rol de Sheriff, entre tanta testosterona imperante y ausencia del Estado. Las dos autoridades máximas de la comarca -el alcalde y el delegado presidencial- volvieron a ausentarse en la 2ª Sesión de participación del Plan de Ciclorutas. Esperamos que se puedan enterar pronto de que el plan ya tiene retraso y que no alcanzará a salir de Curicó urbano: con suerte tocará algún borde con esos soñados 25 km de ciclovías. Alguien tendrá que informar a los vecinos de Sarmiento, Tutuquén, Zapallar y Los Niches, que nuevamente quedarán en Cero Kilómetro de ciclovía, aún cuando tengan parte de su territorio demarcado como “urbano”.  Dos mujeres debieron sacar la cara como autoridades ante el descampado vaquero: una seremi y una concejala. La nueva Seremi de Transportes, quien a diferencia de su antecesora si pudo llegar esta vez y la concejala Cheyre que también logró estar. Por cierto, a diferencia de sus dos colegas de la Comisión de Infraestructura -usualmente infraestructura automotriz- coincidentemente ambos precandidatos por el sillón municipal.
Si al inicio del plan se estimaba el mejor “corto plazo” en 4 años, un año después ya quedan 3. Ahora, se estima como mejor plazo lograr -a lo más- un set de archivos en 2025, sin un kilo de concreto usado aún. Recordemos: en 2024 termina este concejo y en 2026 termina este gobierno. Decía que la Seremi que presentó esto en concejo, ya no está. En 2024, cuando sea octubre, aún no habrá ni siquiera archivos digitales. Entonces, muy probablemente quienes se maravillaron con esos 25 kilómetros de “corto plazo” y 60 kilómetros en el “infinito” plazo -durante la exposición ante el concejo, publicado en noviembre de 2022 por Diario La Prensa- tampoco estarán para ver ni siquiera los archivos digitales del sueño. Hagamos la pregunta complementaria entonces: ¿quiénes sí estarán? La comunidad, que deberá seguir soportando la violencia en la calle, tal como en el tiempo de miradas y forajidos batiéndose a duelo.

Es falso que la Región del Maule sea una de las más seguras del país, por más que los delegados presidenciales deseen creer que sí lo es. Y seguirá siendo falso mientras sea la región que dispute el primer lugar nacional en muertos en siniestros viales con la Región Metropolitana. Como normalizamos la muerte en tránsito -tal como pasaba en el viejo oeste con los baleados- ya ni nos importa si es uno o son mil. A diferencia de lo que la comunidad pueda pensar, este tema sí aparece en las sesiones de concejo municipal. De hecho aparece insistentemente en casi todas las sesiones. Por lo mismo tenemos plena claridad de a quiénes le importa y quienes sencillamente lo tienen fuera de su espacio de prioridad como “representantes”. Notamos también, que los concejales que usan con frecuencia la bicicleta, aumentaron en los dos últimos periodos municipales de 1 a 3 de entre los 8 escaños. ¿Qué pasará el siguiente periodo, seguirán aumentando? Ojalá que la contingencia eleccionaria logre activar en algo la indolencia frente a las decenas de muertos por año.
¿Debemos tener miedo de salir a la calle? A diferencia del viejo oeste, no deberíamos temer a las balas homicidas sino a las ruedas de los vehículos.

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