Cambio de época en la comarca (III): una nueva oportunidad

Hace una semana decíamos que vendría un cambio de época, de mano de las mujeres. ¡En buena hora!. La prospección que expusimos se ajustó bastante, no solo por la histórica representación de 3 concejalas, sino también por la representación en los distintos niveles. Aún en nivel municipal la sumatoria de mujeres superó al alcalde Muñoz, quien pese a su reelección, bajó en votación proporcional (61% en 2012, 48% en 2016 y 43% este fin de semana). Durante varias horas la candidata Pamela Henríquez logró superar a Javier Muñoz incluso en cifras oficiales.
No será extraño ver una futura alcaldesa, si recordamos que una de las certezas es que este será el último periodo del alcalde, por ley. Aún cuando este cargo se ve central -decisiones en concreto, lineamientos municipales, proyectos, restricciones, aperturas, etc.- no deja de ser importante contar con un concejo que logre tensar el músculo para que actúe de forma efectiva. La condescendencia suele ser un bálsamo de fraternidad mal entendida de los partidos y a su vez nefasta para la ciudad. Ya lo vimos. Guardarse en el bolsillo el rol fiscalizador, por ejemplo, habla de esto. Creo que este periodo no será el caso.

Por la nueva mesa municipal destacó el atípico caso de Inés Núñez, que logró una votación fuera de serie. En un sistema como el que tenemos, por diseño, se intenta forzar alianzas, pactos, listas, que permitan ir sumando más votos mientras más amplio es el conjunto. Ir sin acompañantes ya le había pasado la cuenta a “Lucho Solo Lucho”, por ejemplo, en 2016. No fue problema en este caso, donde la señora Inés no solo alcanzó los votos para ser competitiva, sino que logró la primera mayoría con una ventaja por sobre holgadas campañas (por cantidad de integrantes, por presupuestos, por apoyo parlamentario, por publicidad, etc.). El liderazgo de Inés Núñez da cuenta de un trabajo intenso durante décadas como trabajadora social, que ve coronado con una votación suficiente para dar vuelta el juego completo, haciendo posible el escenario más improbable: sin acompañantes, fuera de todo conglomerado, a pulso. Por su trabajo público, permite tener certeza de un conocimiento detallado del Curicó real o, quizá mejor dicho, de los distintos Curicós reales.

Junto al caso fuera de serie, merece mención especial el despliegue de Paulina Bravo, que compitiendo en lista incompleta -solo 3 de 8 cupos-, sin intentos previos y con recursos similares al del caso anterior, logra alcanzar la tercera mayoría, sólo superada por la antes vista y por un incumbente (el concejal Ahumada en reelección). El trabajo en defensa de los animales, el medio ambiente, en juntas de vecinos y en la comunidad ciclista dio sus frutos a la ingeniera agrónoma. En el caso de Ivette Cheyre, logra posicionarse frente a un alicaído escenario UDI, sosteniendo con estoicismo la estantería. Me parece que puede ser valiosa su experiencia pasada -viviendo a una hora de Amsterdam- para envisionar futuros posibles de ciudad. Una sustantiva y positiva diferencia frente a sus antecesores, por cierto.

Ya ha tenido suficiente cobertura la pregunta acerca de cuánto cambió Chile este fin de semana, más allá de los intentos de discursos hegemónicos por salvar los muebles. Considero más pertinente realizar la pregunta en lo local: ¿Cuánto cambió Curicó este fin de semana?. Ya vimos que tres mujeres en el concejo es inusitado en el histórico Panel de Hombres local. Menos una mujer primera mayoría. ¡Qué decir de un concejal comunista en la comarca! (No, no se entusiasmen, es don Leo con camiseta nueva en su séptimo y último periodo).
A diferencia de otras ocasiones, me esperanza ver el listado actual. Me parece ver una sensibilidad distinta, apertura mayor y mayor conexión. Debo reconocer también que quedó más claro el desacople en la ciudad, el de dos propuestas de ciudad y del que hemos hablado en otras ocasiones (Curicó transitando a Curiyork). Los nuevos perfiles logran sumar visiones de ciudad que creo será interesante ver en la mesa. Una ciudad sustentable en todo sentido, el valor de lo natural sobre el concreto, constatar lo necesario de un crecimiento armónico y sin duda salir del nuevo foso en que nos dejará, en esta ocasión, la pandemia.

Como podemos sentir en el ambiente, el sistema no logra equilibrarse aún. En lo local como en lo nacional, los partidos también deben estar intentando dar una explicación que satisfaga su perplejidad. Viendo el barrio provincial, el escenario no es distinto. Mientras el establishment maulino sigue dándose cabezasos contra el muro para explicar el domingo, vayan los mejores deseos para quienes se suman y ojalá puedan entregar sus mejores esfuerzos por la ciudad. Se abre una nueva oportunidad.

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