¿Criando cuervos?

…Usted dice que la toma ha dejado de causar simpatía en la gente
“Es un movimiento que no admite simpatía, al contrario, despierta una indignación por las características de las personas involucradas. Y es por eso que el Concejo Académico piensa, y yo lo asumo, que el diálogo se acabó porque se traspasó un umbral. La ciudadanía tiene que perdonarnos, tuvimos un mes de paciencia, un mes de entender que las demandas de los estudiantes eran pertinentes, motivaron un anuncio presidencial, un ministro dialogando…”.

El movimiento gatilló un cambio de gabinete histórico…
“Pero las condiciones han cambiado porque hay otra interlocución. Nuestro país ha conocido el reformismo como movimiento de éxito y ha conocido la revolución también como una forma que produjo una gran grieta social cuando se pidió más allá de lo que se puede…”.

¿Es el tiempo de la toma el que se ha terminado?
“Ellos tienen una actitud provocativa, antidemocrática, con un sistema de comisariato. Una cosa muy parecida a lo que fue la Alemania oriental de la época de Honecker en los años 70. Ni siquiera el presidente de la federación puede hablar porque tiene un comisario al lado que lo va pauteando, y quien ose ir a la asamblea y plantear un matiz distinto es ignorado. Y eso se acabó, al rector de le acabó la paciencia, a los académicos se les agotó la paciencia y vamos actuar en consecuencia…”.

— Álvaro Rojas Marín en Diario El Centro de Talca.

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