En un territorio eminentemente conservador y judeocristiano como lo es el Maule y Curicó, comienza a convertirse en “tema” el origen. Parece que se desconoce el aporte que desde otras latitudes realizaron los ya conocidos Blanco Encalada, Bello, Domeyko, y aún más cerca, el que hicieron y hacen cientos de avecindados que con su trabajo sumaron un escalón más, en particular a la comarca.
Reconociendo el aporte
Juan Terrier Dailly desde Francia, aportó con la Escuela de Artesanos de Curicó que posteriormente pasaría a convertirse en el Politécnico Juan Terrier. El serenense Doctor Osorio -si, el de la calle larga- sería clave en la creación de la Asistencia Pública, siendo su primer director. Cecilio Imable Yens, oriundo de Chiloé, sería decisivo en la educación de docentes a través de la Escuela Normal, la que posteriormente llevaría su nombre y de donde provienen varias generaciones de formadores de la comunidad. Qué decir del héroe de la ciudad, Luis Cruz Martínez, adoptado como héroe desde Molina. En fin. Parece que es claro el punto del aporte que desde otras latitudes -nacionales e internacionales- han hecho los avecindados en la ciudad.
Por si no fuera suficientemente claro, sobre todo para los más conservadores, cabe recordar que los poderes más venerados por este segmento (eclesiástico, policial, militar) son por lo general de designación foránea al día de hoy, motivando avecindarse también a personas de otras latitudes. Qué decir de las veneradas colonias con representación en la comarca.
Soltura de juicios en tiempo de elecciones
En tiempo de elecciones es un punto a tener en consideración, más cuando se esgrime como argumento en contra, en cuanto a “no ser de Curicó” como para lograr una preocupación real por la ciudad y su futuro. La dimensión geográfica de las cosas nos lleva a graficar el absurdo que significa pensar en que entre los propios curicanos deberían existir diferencias entendiendo que nacer en casas -a la antigua- versus nacer en un hospital -más cercano al centro- debería motivar una consideración distinta. Absurdo por donde se le mire… salvo en época de elecciones. A la inversa, ser curicano tampoco da certeza de una pseudo “pureza” o de una eventual capacidad de acción.
Sin subirse por el chorro
Por cierto, otra cosa muy distinta es que un partido ponga a su antojo, a control remoto, a un afuerino por el solo hecho de tener que asignar a alguien. O bien decidir por motivación propia, sin el menor vínculo con el área que representará, lanzar una campaña por el puro deseo de un cargo.
Usted, que tuvo acceso a esta lectura, que comprendió lo expuesto, no caiga en el juego simplón del “no es curicano”, menos teniendo presente el interés en contexto eleccionario. De hecho, hoy mismo, es claro que no es garantía de mucho al momento de hablar de representación popular.
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