Una breve historia del dron extraviado en la comarca

Hace algunos días el dron fue noticia en la ciudad. No es usual que un dron de alguna institución se extravíe, lo que pasó el fin de semana del jueves 14 al lunes 18 de abril en Curicó. Cuestiones de este estilo suelen pasar como un hecho más dentro de los cientos que suceden en una ciudad. Como me interesa el tema, creo importante profundizar en lo que ha pasado por lo que les presento acá una compilación de lo que ha sido esta acción de televigilancia.

Para quienes tienen memoria, recordarán que hace algunos años y en el fragor de una campaña por el sillón edilicio, se confrontaron dos mundos: el de los globos de televigilancia versus los drones. Aún cuando el vencedor fue el mundo de los globos, sería la opción del dron lo que se terminó adquiriendo.

Compremos un drone
Durante las jornadas previas al festival de la vendimia de marzo del 2018, se informó que una de las metas asociadas a la venta de entradas sería la compra de un dron que estaría en manos de Carabineros y que sería un gran complemento a todas las cámaras que estaban instalados en la ciudad [1].
Lo cierto es que según Mercado Público, la adquisición ya había partido el 1 de febrero de 2018 con fecha de cierre el día 9 del mismo mes. Por lo general se requiere de presupuesto para realizar compras, por lo que esos fondos debieron estar disponibles previo al festival. De hecho, el certificado de disponibilidad presupuestaria quedó listo el último día de enero, según la documentación de la licitación. Obviando esto (me costó), lo concreto es que la compra propuesta como “Sistema de vigilancia aéreo preventiva”, 2439-8-LE18, con Secplac como responsable, tuvo como licitación dos oferentes, siendo adjudicada con nota 7.0 a Zalaquett y Avendaño limitada —no a Protectum America Chile Limitada— por $20.464.900 IVA incluido [2].

En abril de 2018 el municipio presentaba en un video promocional en feis, la compra del DJI Matrice 210, equipado con cámara térmica con ultra zoom.

La mejor tecnología ya está aquí
Curicó una ciudad aún más segura
ahora desde el cielo.

Tenemos un drone, ¿qué hacemos con él?
Existe poca evidencia de fuente abierta acerca de qué acciones se acometieron con el dron mientras estuvo en manos del municipio. En enero de 2019 se sostenían reuniones entre el municipio y PDI en vista de trabajos coordinados entre la jefatura de la unidad antinarcóticos y la coordinadora de seguridad municipal [3]. En la nota de prensa se agrega que el “dron de última generación” está acreditado por la DGAC para realizar vuelos por sectores poblados y con 5 funcionarios certificados para operar drones por DGAC.

Entrega en comodato: entreguemos el dron
En julio de 2019 el concejo municipal entregaría en comodato el dron a Carabineros. Como veremos más adelante, este impulso de entregar en comodato, habría sido encabezado por el concejal Jaime Canales. Llegada la sesión donde se sometía a votación la entrega en comodato del dron —sesión presidida por el concejal Javier Ahumada como primera mayoría a falta del alcalde Javier Muñoz— la expectativa del representante que asistió también al concejo era poder abordar investigaciones asociadas a tráfico de drogas y abigeato, basado en la capacidad de volar hasta tres kilómetros de altura y vuelo nocturno.

Semanas previas a la desaparición: devuelvan el dron
En las últimas sesiones del concejo municipal —primeras de este nuevo periodo de 4 años— apareció el dron como tema. Por una parte como herramienta factible de uso en emergencias en una sesión acerca de gestión de riesgos, en consultas durante la presentación del encargado de Emergencias de la municipalidad. Por otra, la consulta en 4 ocasiones acerca del comodato hacia Carabineros y el estado en el que se encuentra, sobre todo con foco en una eventual subutilización y el cercano fin del comodato, por parte del concejal Javier Ahumada durante sus intervenciones en Hora de Incidentes. En una de ellas, en octubre de 2021, plantea que el comodato de entrega a Carabineros habría sido motivado a petición del exconcejal Jaime Canales y solicitaba que ojalá fuera reintegrado al municipio ya que habría personal capacitado para su uso, agregando que también sería positiva una visita de parte de Carabineros acerca de su uso, ya que “nunca lo hemos visto en funcionamiento”[4]. 

Desaparecido en acción
No logré dar con dos informaciones clave, una acerca de si el dron habría sido devuelto o no por Carabineros (término del comodato) y la segunda acerca de si el municipio tendría un solo dron. En el caso de la segunda, ante la consulta un concejal no logró darme respuesta concluyente, aunque en el transcurso de los hechos se subentiende que es el mismo dron en cuestión.

Tal como señalaba el concejal Ahumada durante la sesión, no hay al menos hacia la comunidad, una presentación o hechos destacables acerca del uso del dron como una herramienta que cumpliese alguna de las expectativas iniciales tanto del municipio, de Carabineros u otras que hayan surgido como posibilidades u oportunidades de uso. En las últimas sesiones de concejo municipal tampoco apareció algún representante de Carabineros exponiendo cuál había sido su uso desde julio de 2019 hasta marzo de 2022.

(En la búsqueda para este post, aparece sólo un uso difundido del dron, en la búsqueda de una persona extraviada en sector de Potrero Grande en enero de 2020).

No obstante lo anterior, la desaparición fue durante su uso, lo que también tiene un contexto en el que se requirió de su despliegue y tiene relación con la captura de imágenes del desarrollo de la toma de terrenos en el sector Dragones Sur, en la ribera del Río Guaiquillo. Esta toma, realizada sobre terrenos de propiedad municipal, se ha expandido territorial y políticamente hablando en el transcurso de las semanas, incluyendo una protesta pública a las afueras del municipio por parte de la comunidad que habría realizado la toma. Además de las gestiones con los distintos delegados y el subsecretario de Prevención del Delito, desde el municipio se han realizado acciones como un controvertido cierre perimetral con una cerca —vía trato directo por 7 millones de pesos— y bloqueo a través de una zanja con maquinaria pesada para evitar la expansión de la toma, la que siguió expandiéndose, alcanzando las 80 construcciones. Es este escenario en el que el dron se despliega en vuelo.

El último vuelo habría sido realizado el día jueves 14 de abril desde las instalaciones de la Tenencia de Carabineros de Aguas Negras, recinto policial más cercano a la toma. Habría sido operado por personal de la Dirección de Seguridad Pública del municipio, desde donde intentaba recabar material gráfico acerca de las características del lugar, insumos para la elaboración del decreto de demolición —emanado desde la Dirección de Obras— que debe generar el municipio para erradicarla vía legal, incluyendo un conteo que según versiones de prensa superaría las 80 “casas”[5]. Durante este vuelo, el dron pierde todo contacto con la base y desde ese momento se desconocería su paradero. Durante el viernes, sábado, domingo y mañana del lunes, se mantendrían las acciones de búsqueda y el dron de 20 millones desaparecido.

Sabotaje versus falla de dispositivo
Al lunes siguiente y con el dispositivo aún extraviado, las versiones en la comarca eran diversas. Algunos niños lo habrían tomado. Habría sido víctima de un inhibidor de señal. Habría sido impactado por algún proyectil, entre varias más. 
La versión que planteó el alcalde fue la del sabotaje a través de un inhibidor de señal, una acción deliberada de una o más personas desde la toma, para derribar el dron. 

A las tareas de búsqueda iniciadas desde el mismo momento de la caída, se habría sumado la Sección de Investigaciones Policiales de Carabineros, y habría sido contratada una empresa especialista en ubicación de drones. 

Finalmente, el dron aparecería el mismo lunes luego de que quienes lo mantenían desde su caída, vieran las notas de prensa y dieran aviso a la municipalidad. Junto al dron aparecería también la versión de vecinos del lugar que relataron lo que ellos vieron e hicieron. La vecina Aurora Sepúlveda contaría que “cuando yo sentí, vine para acá y ahí vi que el dron estaba en el suelo, cayó de arriba del árbol y de ahí le dije yo a mi pareja que lo entráramos para que lo vinieran a buscar y lo dejamos todo el día afuera y cuando nadie vino lo guardamos. Después vimos las noticias en el celular y llamamos a la municipalidad para que lo vinieran a buscar”.

En la jornada, el alcalde reforzaría la versión de un sabotaje, “si uno pudiera hacer una evaluación de lo ocurrido, claramente que este dron fue víctima de un sabotaje, creemos nosotros que a través de un inhibidor de la señal [que] hizo que el dron se perdiera, se desorientara y finalmente se perdiera y finalmente aterrizara ya que no es que se haya caído, ya que estos tienen un sistema de respaldo que les permite aterrizar por sí solos”.

La versión fue similar a la de uno de los operadores autorizados de la Dirección de Seguridad Pública del municipio, “nosotros estamos convencidos que esto se debió a un factor externo porque si hubiese sido de otra forma el dron se hubiese caído y éste no cayó, este dron venía aterrizando. Perdimos señal y sólo lo hicimos volver y por las características que nos cuentan los vecinos el dron venía girando, eso quiere decir que venía con un daño, tampoco fue un tema de batería ya que quedó prendido.”[6].

Explicaciones posteriores
No todos los días se pierden 20 millones —o 24 como decía el alcalde— lo que generaría las preguntas obvias en la siguiente sesión del concejo municipal el martes 19. Varios vehículos municipales valen menos que eso. En ausencia del Alcalde, durante la Hora de Incidentes de aquella sesión dos concejales tocaron el tema, obteniendo respuestas del administrador municipal.

El concejal Raimundo Canquil solicita información para saber qué pasó con el dispositivo. El administrador municipal le informa que estaría en elaboración un informe, pero que de manera preliminar el subrogante de Seguridad Pública (SIC) le reportó que el jueves el dron estuvo realizando un trabajo conjunto junto a Carabineros, siendo manejado por dos funcionarios municipales, con expertiz desde 2018. Continúa señalando que habría sido una falla propia del dron al bajar, ya que habría tocado árboles muy altos lo que también complicó volver a rescatarlo, siendo recuperado el lunes en el Pasaje 39. El dron no presentaría grandes problemas, enciende y estiman una reparación en Santiago para que vuelva a volar. No hay referencias a sabotajes o inhibidores de señal. 
A su turno, el concejal Francisco Sanz también pide información acerca del hecho, planteando la divergencia entre versiones exponiendo también el punto del inhibidor de señal, a lo que el administrador municipal le señala no haber escuchado la versión del alcalde y reitera que habrá un informe para saber qué pasó. El concejal aprovecha de pedirle que el informe también sea enviado al alcalde.
El concejal Ahumada, quien anteriormente había solicitado el término del comodato hacia Carabineros, no tocó el tema en esta ocasión[7].

Algo que no me terminó de quedar claro fue si el dron mantenía o no el comodato vigente. Esto es importante y debo pensar que ya no tenía el comodato vigente, ya que, al revés, sería como si un funcionario municipal pudiese usar una moto o un furgón de Carabineros. Raro, aún cuando pueda tener sentido, pueda tener licencia vigente para conducir y hasta pueda ser útil. En caso de tener el comodato vigente, además de proceder la explicación del uso por personal municipal —a nivel de civil sacando el radiopatrulla o la moto— queda abierta la interrogante acerca del fin del comodato que estaría finalizando. ¿Qué decisión desencadenará el incidente? ¿Quién debería pagar la reparación?.

Tampoco me queda claro la capacidad de disuasión tierra aire o baterías antiaéreas desplegadas desde la toma —esto cada vez se parece más a Sector 9— como para lograr la sofisticada operación para inhibir la señal del dron o alguna menos sofisticada que incluyera proyectiles para desestabilizarlo. Una de las características más valoradas por los eventuales usuarios y durante el proceso de adquisición era su capacidad para no ser detectado, pudiendo desplegarse a kilómetros y cumplir su misión. ¿En la toma tendrían personas en guardia ante la aparición de drones? Peor aún, ¿sabrían de antemano que se realizaría el vuelo sobre ese lugar, ese día a esa hora?.

En la conversación con la familia que recuperó el equipo, el alcalde aprovechó de contarles —y de paso a toda la comunidad, concejales incluídos— en qué era utilizado el dron: en la búsqueda de personas, en la búsqueda de plantaciones de marihuana, en observaciones en eventos masivos importantes, como partidos de fútbol y grandes eventos, en fin cumple un rol muy importante y diverso en el trabajo que hacemos acá en la comuna también con Carabineros y a veces con la PDI, dijo.

¿Qué pasó realmente con el dispositivo de $20 millones? Veamos qué dicen los informes del municipio, de la empresa externa que tendrá que aplicarse en trabajo forense y de las eventuales acciones legales que pueda proseguir el municipio. Por lo pronto, luego de una declaratoria pública de sabotaje desde una toma por la máxima autoridad de la comuna, sería un botón razonable de activar. 

[1] La vendimia tras bambalinas, Revista Gentes, 104, 2018
[2] I.M. de Curicó, Adjudicación Decreto 620 del 16 de febrero de 2018
[3] PDI y municipalidad de Curicó inician trabajo colaborativo para uso de drones, VLN, 2 de enero 2019
[4] 28ª Sesión Ordinaria de 2022
[5] Dron del municipio de Curicó fue derribado en toma ilegal de la ribera del Río Guaiquillo, VLN, 18 de abril de 2022
[6] Recuperan dron municipal que fue saboteado mientras realizaba sobrevuelo en Curicó, Música y Noticias
[7] 12ª Sesión Ordinaria de 2022

Imagen por Diario La Prensa.

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