Camino alternativo

Les comparto la publicación en Diario El Centro acerca de un problema de costumbre, de prácticas, de un camino, un camino alternativo que estamos tomando como región.

La semana pasada pareció finalizar lo que podríamos llamar “La teleserie del millón de dólares”, donde el municipio curicano debió asumir el costo del despido de la jefatura comunal de educación designada a través del sistema de Alta Dirección Pública. La seguidilla de desaciertos llegó a tal punto, que puso en riesgo la libertad del propio Alcalde.

Se ha intentado justificar intensamente el despido de la profesional, perdiendo foco de lo relevante, vale decir, saldar la deuda ratificada por la propia Corte Suprema hace meses. Finalmente, aparece el cheque que saldaría la deuda, no sin antes tensionar tanto a la administración de educación local, como también al propio Concejo Municipal que ha debido asumir solidariamente el error.

La alegría que nos quedaba en la ciudad de la nula fiscalización y de los proyectos a medias, era el flamante invicto de la torta mecánica. Curicó Unido pierde su inmaculada condición en su propia cancha, en ese estadio conocido por quedar a medias también. Como las malas noticias no llegan de a una, el Profesor Marcoleta pide públicamente preocupación por las pésimas condiciones del gramado local. Posiblemente a los únicos que les importe esto -además del club- sea al jardinero y a la hinchada más fiel de Chile.

La normalización del error, del descuido o del desinterés por lo público, encabezado por nuestras propias autoridades debería preocuparnos como región. Este no es un problema aislado de un alcalde o de un concejo municipal, es un camino alternativo al ejercicio comprometido, consciente y respetuoso de servicio público que han tomado varias comunas. El poker reemplazó a la política. El error y viveza a la virtud y disciplina.

Quepa en este marco de podredumbre cívica, saludar el aporte de los medios por mantener informada a la opinión pública de esto que favorablemente aún consideramos como “noticias”. Vale decir, aún nos sorprende.

Volviendo a Curicó, sugerimos ver el desarrollo de las sesiones de concejo municipal, los debates que allí se dieron y las posiciones que se tomaron. Con un par de excepciones, el espectáculo fue vergonzoso y digno de revivir un pesimismo sólo comparado con el caso de Concejales Viajeros. Se esmeran en persistir en que no hubo error, que no hay problema, que todo funcionará normalmente. Así las cosas, seguirá pendiente entonces la justificación por el supremo error de firmar un cheque por casi 600 millones de pesos.

Aún no se logra un año de gestión. Es de esperar que la renovación completa de nuestros congresistas durante este año, introduzca la necesaria fiscalización y presión a los municipios, fiscalización que hace un par de décadas está en pausa. De otro modo, vayamos acostumbrándonos como región a los pasillos de la Corte Suprema y al miasma presagiado por nuestro Pedro Antonio González.

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