Chile, país desconectado.

Hay varios agoreros del pesimismo que ya comienzan a unir cabos y extrapolar desde la muerte de un comandante in jefe, el paro de camioneros, posible desabastecimiento y unos paros por aquí y por allá, situaciones indeseables que a gran parte del país realmente ni le interesa vivir. A “la inmensa mayoría de los chilenos” como dice alguien por ahí. Para ser más evidente, sobre todo con mis visitantes extranjeros, los herederos del conservadurismo de la aristocracia castellano vasca ya consideran como un deja vu de lo que se vivió ad portas de 1973.

El desabastecimiento, atochamientos en carreteras y hace poco, el corte de la panamericana 5 sur durante las últimas lluvias no nos habla de un retorno al pasado, sino de la precaria condición de conectividad y transporte que aun no resolvemos.

Señores camioneros: Chiste repetido, sale podrido.

No es una novedad que en un país con la geometría que tiene Chile, los nodos -ciudades- formen un grafo en donde cada arista -carretera- puede considerarse puente, principalmente por uso y facilidad.

Cada vez que pasa algo con la columna vertebral de chile, el país queda parapléjico.

En el caso de este último paro de camioneros, sin embargo, nos recuerda que debiesen tomarse más enserio las vías y medios alternativos. El mar ya no es opción, además, en nuestra región no es posible. La carretera de la costa puede ser una de las alternativas. Sumado a ello, el compromiso responsable del desarrollo del ferrocarril, para también quitar el monopolio asegurado implícitamente al gremio que tanto le debe a Augusto Pinochet.

Harto queda por hacer, es cierto. Luego de lo pasado en las últimas semanas, valoro que la conectividad de medios e Internet se haya mantenido a pesar del clima, inundaciones, árboles y postación caida, etc. Mis felicitaciones para quienes lograron mantener la redundancia al menos hasta mi casa.

(132)