¿Hablemos de patriotismo?

Tres días después de la declaración de guerra de Chile contra Perú y Bolivia en 1879, ese 8 de abril, la plaza de armas de Curicó se llenó de gente. El intendente citó para las 12, pero ya a las once y media se iba llenando por la noticia que se entregaría a la comunidad.El notario David Azocar leyó la declaración frente a 300 personas, en medio de los gritos de viva Chile. El notario repitió lo mismo en las cuatro esquinas de la plaza, donde se iba sumando más gente con intenso fervor, coronado por el himno nacional.

El cura mandó a tocar las campanas y la comunidad partió en un desfile desde la plaza por Carmen, San Martín, La Alameda y se seguía sumando gente a esta marcha al son de la canción nacional y del himno de yungay interpretado por la banda. Al volver a la plaza hubo enardecidos discursos, encabezados por el intendente. Fue bien fome el discurso del intendente. El de don Benjamín Vivanco estuvo más conectado con el momento.

“¡Curicanos! Muy grato ha de ser para todo corazón patriota el ver que este pueblo viril levanta al fin su cabeza y recobre entre sus demás hermanos de la república el puesto de abnegación y de sacrificios que le corresponde en la defensa de los fueros sagrados de la patria”

Así comenzó el discurso. pero fue más claro en una parte.

“Dura e inevitable condición de la guerra es que haya grandes, inmensos gastos que hacer y numerosas víctimas que caigan en los campos de batalla dejando en pos de si muchas viudas y huérfanos desamparados.”

Al mes siguiente, el 21 de mayo muere Arturo Prat. Con la muerte nacen héroes. Se concreta su visita a Curicó algunas semanas después, el 5 de julio. Carlos Condell y su equipo fueron recibidos como estrellas. En la cena de esa noche es cuando el entusiasta vecino Toribio Angulo llama a la comunidad a cambiarle el nombre al cerro por el de Cerro Carlos Condell en homenaje.

Esta guerra significó para Curicó un enorme costo. Además de todo el costo monetario de contribuir a mantener la guerra con dinero, joyas, animales, materiales, nos costó que más de 800 hombres y hasta niños dejaran Curicó en lo que fue el Batallón Curicó. Salieron el 14 de abril de 1880. El tren que regresó 4 años después, el 3 de julio de 1884 no los trajo a todos de vuelta. De los que volvieron, no todos llegaron enteros.
Nuevamente con la muerte nacen héroes, de entre los que Luis Cruz Martínez pasa a ocupar la vacante abierta del héroe local.

Con la distancia de los años, fuimos entendiendo más de qué se trató esta guerra. Los intereses detrás y su impacto hasta hoy.A días del 21 de mayo. ¿Qué es ser patriota hoy en día en Chile? A mi juicio dista de ser patriota no poder responder, como patria, a cientos de miles que dieron sus mejores años y esfuerzo por hacer de este país un mejor lugar a través de su trabajo.
Sistema de pensiones creo que se llama. El pago de Chile, se llamaba desde antes.

Me parece que arrinconar comunidades territorialmente basándose en las miopías municipales tampoco es ser patriota.

Sumo también el hecho de gastarnos todos los recursos hoy para que no quede nada a los chilenos de mañana -como agua o ecosistemas- como un acto que no me queda tan claro que sea de patriotismo.Pero hay uno que duele un poco más en la república, que debería estar encabezada por el más patriota de los patriotas. No recordaré el episodio de la pérdida de territorio. Pero, si hay algo de patriotismo esperable sería el de abordar la debacle distribuída por cada poder del Estado hoy. ¿Qué nos queda de la República?

Las votaciones en el Congreso son contingencia, episodios temporales que, si el ego y testosterona no estuvieran en el centro, se lograría reponer, reformular y reenviar al congreso. Distinto es perder la credibilidad institucional y abrir la puerta a que todos hagamos lo que queramos en medio del caos.
En un escenario como ese, válidamente el idiota que pone el auto en la vereda puede preguntarse “¿Y si la república se cae a pedazos, o si los delincuentes de cuello y corbata siempre la sacan barata, porqué yo no podría estacionarme aquí?”.

El Batallón Curicó no fue único. Pasó algo similar con el Batallón Talca y el Batallón San Fernando. Puede ver más detalles en Guerra del Pacífico desde Curicó en Curicopedia.

Miles creyeron, otros tantos fueron obligados a creer.

A 140 años de esta guerra, sería poco patriota dejar en el olvido un momento que marcó a cada ciudad, incluyendo Curicó.
A 140 años de esta guerra, quepa cuestionarnos que es ser patriota hoy.
¿Usted iría a la guerra?, ¿Enviaría a su hijo?. Son preguntas de espejismo, ya que antes de llegar a ellas debió funcionar la política.
¿Funcionó en ese momento? No, llegamos a la guerra.
¿Está funcionando hoy? Esa si es la pregunta de fondo.

¿Quiénes son los patriotas entonces?

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