Señor Alcalde y señores concejales,
Hoy se conmemoran 5 años del terremoto del 27 de febrero de 2010.
Si bien esta introducción parece de una carta acorde a esta fecha, esta carta iba a ser enviada el mes pasado. ¿Extraño no?. Iba a ser enviada en enero cuando se cumplía un año de la anterior carta donde, como un ciudadano más, solicitaba la transmisión online de las sesiones de concejo municipal. Pero preferí no enviarla, ya que como vemos, el problema no es sólo una simple transmisión online, sino, lamentablemente, es mucho más profundo que eso.
Posterior al terremoto, las fuerzas comunales y regionales se unieron en torno al Plan de Reconstrucción Sustentable de Curicó. Participé de él, al igual que ustedes y como muchos otros curicanos, que entregaron su tiempo, sus ideas, sus ganas y emoción en plasmar lo que sería el futuro con el que la ciudad se pondría de pie. Ustedes, reelectos en su mayoría, estuvieron ahí también, viendo incluso las lágrimas de ciudadanas y ciudadanos que, recién saliendo del trauma de perderlo todo, se disponían a reconstruir un futuro común. Pero parece que no fue suficiente.
Luego de la votación para priorizar los proyectos, todo el esfuerzo -tiempo, ganas, presupuesto público y presupuesto de privados- quedó en nada. Por eso preferí no tocar el tema de la transmisión como un tema aislado, ya que, como lo decía anteriormente, es sólo un síntoma de la falta de coraje y decisión política de hacer carne una obra, lo que no es un hecho aislado sino que una constante desde hace varias administraciones. Obras a medio terminar, otras a medio empezar e incluso con ciudadanía teniendo que movilizarse por ellas en la calle (una agendada para hoy incluso), siguen exponiendo el mediocre nivel de efectividad de vuestras gestiones. En definitiva, estamos ante una ciudad a medias.
Como si esto no fuera suficiente, la Contraloría General de la República -donde el municipio se ha vuelto un cliente frecuente- nos alerta en cada comunicación de la falta de fiscalización, cometido clave en el caso de concejales. Como no ejercen su obligación, el municipio incluso debe pagar por los errores que comete. Más aún, pasando a nivel judicial, la tozudez nos va acercando a pasos agigantados al millón de dólares en pagos.
Resumiendo y por si no es claro lo anterior: además de no construir un futuro definido entre todos (Plan de Reconstrucción), hipotecamos el presente. Pareciera, viendo el cariz de sus acciones y omisiones, que esto a nadie le importa.
El futuro no se ve para nada promisorio.
La formalización e investigación a la que ustedes se están viendo sometidos, más allá de ser un hecho político y judicial, es también parte de los síntomas. Sé que lo notan, sé que lo entienden y por lo mismo optan racionalmente por guardar silencio, como único camino para enfrentar lo que viene: ya lo han hecho y probablemente seguirán este aconsejado camino, es su derecho. Entendemos que ustedes también son curicanos y que a lo menos les complica dar una explicación razonable al hecho de viajar a Argentina en taxi. En mayor escala, también debe complicarles explicar que a pesar de los múltiples viajes por América, Europa e incluso Asia, como curicanos, no vemos ningún resultado. Y es que defender lo indefendible es y será complejo, sobre todo ante una ciudadanía que aspira a algo más que lentes de regalo y palomas publicitarias.
En este marco, donde ustedes han puesto en entredicho el uso de recursos públicos con su proceder, ¿Qué ganas nos deberían de quedar como ciudadanos de pagar compromisos como el Permiso de Circulación en Curicó? Como es evidente, esto no sólo se trata de sus carreras políticas individuales -por si no lo han notado-, sino mucho más profundo: se trata del futuro de una ciudad completa. Ésta, es la expresión a escala comunal, de una profunda desafección entre representantes y representados. Es la expresión de la pérdida del bien común por el bien personal y a su vez, de la pérdida del logro de los objetivos de largo plazo, por alguna fiesta de fin de semana con recursos públicos.
Hoy conmemoramos cinco años del terremoto. De la lectura y los hechos, parece que estamos peor que antes. Será tarea de todos reconstruir a futuro lo que nos quede.
Dada la opción que han tomado de usar su derecho a guardar silencio -paradoja para personas que han decidido dar su tiempo a lo público, en cargos públicos que son financiados mes a mes con dinero público- al igual que muchos no aspiro siquiera a una respuesta de su parte, su reflexión o al menos la lectura de esta carta abierta será suficiente.
Esta carta fue enviada a: javiermunoz.riquelme (at) curico (dot) cl, mario.undurraga (at) curico (dot) cl, nelson.trejo (at) curico (dot) cl, jaime.canales (at) curico (dot) cl, julieta.maureira (at) curico (dot) cl, leoncio.saavedra (at) curico (dot) cl, luis.rojas (at) curico (dot) cl, luis.trejo (at) curico (dot) cl, enrique.soto (at) curico (dot) cl. CC: guillermo.pierola (at) curico (dot) cl
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