Algunos han visto con sorpresa la reelección de algunos integrantes de la mesa directiva de la ciudad. Hace algunos meses indicábamos lo nefasto que se va tornando la reelección permanente en este y a todo nivel democrático. Las máquinas aceitadas, las jugadas de memoria, los procedimientos a medias en base a la confianza, la sobre-confianza, etc., suelen tener como un fértil caldo de cultivo a las reelecciones permanentes. En una región como la nuestra, no es de extrañar que cosas como esta pasen… y vuelvan a pasar, lo que abre la pregunta abierta acerca del costo político que subyace a este periodo que termina, elección ad portas.
Pasando piola
Como hemos expuesto anteriormente, aquí hay al menos un par de actores esenciales que están pasando piola. Por una parte 1) las sucursales de los partidos políticos implicados por intermedio de sus concejales, que persisten en entregar cupos y 2) los fiscalizadores, vale decir, los diputados y los propios concejales de quienes no esperaremos mayor acción a este respecto.
1) En el caso de los partidos políticos, si tuvieron representantes implicados, primero debieron tener representantes, vale decir, una cantidad de votos suficientes como para lograr el cupo necesario para cada uno de sus auspiciados. ¿Cómo irá a impactar a cada partido en su elección este silencio?
El camino UDI, vale decir, del silencio y de llevar todo hasta el final aunque hayan conferencias de prensa con histriónicos mea-culpa, ha sido la constante de quienes han tenido implicados en estos casos y, sorprendentemente, de los otros partidos que aún teniendo cierto gap moral, no han capitalizado el punto político. Decíamos anteriormente, no todos son iguales, no todos se están haciendo los lesos y no todos deberían asumir la responsabilidad por un lote. Por lo pronto, RN, PPD y PC deberían poder levantar la cabeza y dejar de mirar al suelo. Ya apareció RN a golpear la puerta (ver más abajo).
Hay una opción racional pero detestable. En la desesperación de no tener liderazgos reales dentro de los partidos y con el ansia de mantener cupos, se hace una vista gorda -realmente muy gorda- llevando a candidatos que seguramente lograrán buenos votos en base a la ignorancia y relativismo de muchos, más allá de lo que pueda pasar post-elección. Ya sabemos como actúa la fiscalía sobre este caso, por lo que no esperemos un veredicto definitivo antes de las elecciones. Teniendo el veredicto, siendo desfavorable –ya hablan de 12 años…- no habrá más opción que dejar el cargo, entonces, el electo pierde pero el partido mantiene un cupo. Opción racional pero detestable. Anda a la reelección, si pasa algo, nos dejas la silla y ponemos a alguien. Hermoso Plan B.
(Yap. Entendiendo que hay algunos que aún quieren hacer pasar todo esto como un gran error, hacerse los ofendidos luego de los viajes, como que la presunción de inocencia aún no la matan las ganas de llegar a un acuerdo intermedio o la devolución de dinero, prefiero aclarar que en efecto hay dos carriles distintos pero de alguna forma complementarios, el judicial y el político.)
2) Quienes también tienen abierta la pregunta acerca del costo político de la inacción, del silencio cómplice, del mirar para el lado, son quienes están mandatados para fiscalizar. A lo menos en el caso del par de diputados, tendrán que rendir cuentas acerca de esto: o no les interesa que esto pase, o su peso político para cambiar la situación es nulo.
Un concejal con mea-culpa sigue siendo asesor de un diputado y un senador. ¿Esto traerá un costo político? Al menos, no han usado su tiempo en el hemiciclo para referirse a esto.
Por cierto, rompiendo el silencio al menos por el lado de la Alianza, Allamand ya apareció a dar el mensaje a nivel nacional -en Hotel Comercio de Curicó- posicionando el ser candidato formalizado como una situación a revisar, en el entendido que se debe “disminuir el desprestigio de la política”. Subiendo un poco de mirada, el senador de una región va a otra a decir lo que no dicen los senadores locales. Independiente de lo feito que se vea -ir a otra casa a agitar los pollitos- deja a la comunidad volteando la cabeza hacia sus dos senadores, para ver qué dirán, qué dicen respecto de esto que al parecer les importa poco.
¿Dime con quién andas?
Válidamente, se han sumado nuevos candidatos y candidatas a este nuevo proceso eleccionario. Se aprecia en algunos casos perfiles valiosos que podrían ser un aporte a la ciudad, pero… ¿en esos partidos?, ¿”pactando” con los actuales concejales?, ¿como si los partidos no tuvieran responsabilidad en esto?.
¿Los partidos tendrán la noción de esa desventaja de meter en un mismo saco a reelectos en tela de juicio versus candidatos nuevos -varios notablemente mejores que los anteriores- válidamente inspirados en una mejor ciudad?.
No debería sorprendernos las reelecciones que vendrán. Menos, habiendo seguido el desarrollo del caso. No es “insólito” una reelección: es impresentable, es vergonzoso, es dañino, en fin, no es ni más ni menos que el reflejo de quienes están al frente.
Ojalá se pase la cuenta. Ojalá los votantes optemos pacíficamente y esperanzados en un mejor futuro, por nuevas propuestas, más abiertas y convocantes, para dejar de una vez por todas el legado de opacidad y prebendas.
Curicó, reacciona.
Para que quede en el acta
– Canales, Undurraga, Trejo y Saavedra entienden que esto pasará de Octubre. En caso de salir electos y deban dejar el cargo. ¿Ya existe el Plan B?. ¿aprueban el procedimiento?
– Rojas no tiene opción. D’Hondt es implacable.
– Celso Morales mantiene a Jaime Canales como Jefe de Gabinete en la Cámara. ¿Habrá costo político a pesar del mea culpa? ¿Identifican un conflicto de interés en esto?
– Juan Antonio Coloma mantiene a Jaime Canales como Encargado Territorial en la Cámara. ¿Habrá costo político a pesar del mea culpa? ¿Identifican un conflicto de interés en esto?
– Isabel Margarita Garcés está dispuesta a dejar el Consejo Regional, acaba de poner el cargo sobre la mesa frente a Hugo Rey. ¿Habrá costo político a pesar del elástico?
– Hugo Rey no tuvo problema para dejar el Consejo Regional. ¿Habrá costo político por dejar botados a los representados que creyeron en él?
– Habrá que iniciar el Plan B en el caso de Hugo Rey. ¿Con quién nos sorprenderán?, ¿Otro recauchado?
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