Comprar un auto chocado

La analogía del auto chocado no la inventé yo, pero, ¿hablemos de la compra/venta del edificio de La Araucana en Curicó por parte del municipio de Curicó?

En la 14ª Sesión Ordinaria de Concejo de Curicó, de mayo de 2022, ante la consulta del concejal Bustamante respecto de diversos temas vinculados a la bici, el administrador municipal a la diestra del alcalde y ante todo el concejo se compromete a realizar una visita en terreno para ver los diversos inconvenientes y pendientes que día a día deben enfrentar los ciclistas urbanos en la Capital del Ciclismo de Chile. El concejal Bustamante, así como la concejala Bravo e incluso el mismo alcalde, han vivenciado el hostigamiento e incluso atropellos con fuga durante sus recorridos en bici.

¿Esto no tiene nada que ver con el edificio de la Araucana, no?
Calma.

Pasaron los meses, siguieron las insistencias y recién en este año 2024 y a días de cumplirse dos años de aquel compromiso, el administrador municipal lo recuerda pero lo delega y, luego de suspensiones, finalmente se concreta la salida. Con bastante sigilo y sin prensa, por cierto.

Su postura hoy es que, mientras no haya un Plan de Ciclorutas, no se podrá hacer nada. Y como aquel plan no llega, no se hace nada. Esto no es preciso: logró pintarse la ciclovía fantasma de Balmaceda este año, lo que es el contra-ejemplo perfecto de que cuando se quiere se puede y, en este caso, no quiere. 

¿Esto todavía no tiene nada que ver con el edificio de la Araucana, no?
Calma.

En el caso del edificio es distinto, como veremos. 

Ya que nos olvidamos del Cerro Condell y del ejército de drones (…) el tema siguiente –antes del temporal que no llegaba– ha sido la adquisición de un posible edificio municipal. A diferencia del Cerro y recordando que estamos en la previa a la elección municipal de octubre de 2024, resulta interesante ver que no todas las candidaturas han tenido el mismo interés sobre este tema que impacta directamente al municipio, interés que sí tuvieron sobre el del Cerro ahora olvidado. En comparación con ese caso donde el perímetro abierto o cerrado seguía siendo tema, hoy sólo se advierte una posición a respecto de esta compra: en contra.

Para quienes solemos seguir la apasionante devenir del edificio consistorial, supongo que les sorprendió tanto como a mi ver la veloz y comprometida defensa que personalmente encabezó el Administrador Municipal, a solo horas de que en la decana Radio Condell se comenzara a desarrollar el tema por parte de la candidatura de George Bordachar. 
En este caso no alcanzaron a pasar dos años, no delegó, no reagendó y, claro, ningún concejal tampoco solicitó la compra. 

En aquellos días, cuando la amenaza era “el ciclón” que no llegaba, Bordachar usaría en la entrevista, la analogía del “segundo ciclón”, en referencia a este proceso de compra-venta. Revisemos algunos de los puntos que levantó en la entrevista:

  • El edificio tendría orden de demolición post terremoto de 2010.
  • No habría tasación(es) previas ante la compra.
  • No habría proceso licitatorio o abierto de corretaje que permitiera ajustar el valor de comisiones.
  • Expone que Mario Undurraga, ex concejal viajero y siempre precandidato, sería el corredor interesado en la venta a través de CDU, que ya había arrendado un piso a la Clínica Dental Municipal a través de la Corporación de Fomento Productivo (Corpro) dependiente del Municipio, en lo que prevé un conflicto de interés siendo candidato y a la vez director de Corpro.
  • De perseverar en la operación, dice, este se convertirá en nuestro propio caso Edificio Sierra Bella, comparando con esa operación santiaguina.

En aquel derecho a réplica, el señor administrador –personalmente– se hizo acompañar también del jefe de Administración y Finanzas para presentar el modelo de negocio. En esa doble entrevista mostraron lo conveniente que sería como negocio adquirir aquel inmueble, presentaron parte de la negociación e intentaron dilucidar una de las gravitantes dudas acerca de la adquisición: la orden de demolición post-terremoto. Según ambos, no habría tal problema luego de reparaciones y nuevos informes de ingeniería. 

Será interesante ver o recordar aquel primer informe de demolición del edificio de 8 pisos y más de 40 salas de clase, más cuando el candidato Bordachar ancló el concepto de comprar un “auto chocado”. También será interesante ver los actuales informes completos y no solo una parte.

Para tener un orden de magnitud, según Coilliers en 2023, el edificio costaría 191.635 UF (~7.200 millones). Según el diputado Guzmán serían 5.800 millones. El mayor premio en el Loto han sido $5.898 millones.

El concejal comunista Leoncio Saavedra (eso decía el voto, Lista M) ya por su 6º periodo, siempre recuerda aquel pendiente de un edificio que contenga los servicios municipales, intentando centralizar las múltiples direcciones en donde funcionan los múltiples servicios. No es que aquel edificio imaginario esté totalmente fuera de una agenda de cientos de pendientes abiertos, efectivamente, no obstante el concejal Sanz –aún siendo ingeniero– recordó que esto va más allá de un Excel con números azules, toda vez que se plantea concretar la compra en el año 4 de 4 (o 12 de 12 si lo queremos ver con la amplitud de los 3 periodos) de administración municipal. Efectivamente, no se ve bien una decisión multimillonaria que comprometerá al municipio, en el último minuto. Pero hay algo que se podría ver peor. 

La Araucana tiene diversas propiedades en Curicó y, homologando el modelo de centralización, sería interesante también que compartieran su propio motivo para no centralizar sus operaciones en un edificio de varios pisos disponibles. ¿Por qué dejar esas plantas sin uso y a la par mantener otras fuera? 

Y digo que podría verse peor, porque si consideramos esto y consideramos además al arrendatario actual –Municipio intermediado a través de Corpro–  la pregunta cae de cajón: si hubo orden de demolición, por qué se autorizó el funcionamiento de la Clínica Dental Municipal en ese edificio? ¿Si aún no compramos el auto chocado, al menos lo hemos estado arrendando? ¿Estamos arriesgando a los usuarios a subirse a un auto chocado? ¿Hubo comisión por corretaje del eminente director aquella vez?
No importa, la autonomía de la Corpro lo subsana.

Quedan 4 meses para la elección de alcalde y concejales. Como vemos, el problema podría no ser necesariamente la compra de un edificio sobre el que aún deberán referirse las y los concejales actuales. Eso es aún una de las miles de posibilidades –posibles o no– entre las que también se encuentra la construcción desde cero de un edificio que sea especialmente orientado con fines municipales y no una adaptación de algo que no fue construido para ese fin. Pero claro, algo así no pasará en 4 meses, como podremos constatar quienes solicitamos ciclovías desde ya casi la década. En esa misma línea podríamos decir que plebiscitar la idea tampoco es certeza de adhesión al resultado, como vimos también luego de las altísimas prioridades que la comunidad asigna en cada votación que incluye nuevas ciclovías.

El administrador mostró que cuando quiere, puede. Eventualmente podría haber querido antes un edificio, o bien los administradores o alcaldes anteriores, para poder concretar aquel sueño de décadas con antelación, no a semanas del final. El espacio para lograrlo no debiese ser problema ya que, en la Capital del Ciclismo de Chile, no tendremos inconveniente en reasignar alguno de los tantos espacios de estacionamiento en terrenos municipales para albergar esos nuevos pisos. 

No obstante todo lo anterior, me parece que una pregunta plenamente válida –sobre todo si a paradigmas se refiere– es acerca de si los supuestos (hoy) siguen vigentes: ¿debe haber un nuevo edificio municipal que “concentre” todos los “servicios”?
Pospandemia, en lo que a gestión interna del municipio se refiere, la deslocalización podría dejar como irrelevante el factor distancia ante la coordinación interna, incluso ante la eventualidad de teletrabajo pero, aún sin llegar allí (a habilitar teletrabajo), ya saben de las posibilidades de coordinación online, porque, como vemos en distintas sesiones telemáticas, han podido hacerlo con éxito. Sí, en pandemia el municipio siguió funcionando.
¿Y desde los servicios hacia los usuarios? La transformación digital, clave única, FEA/FED, digitalización de procesos, también podría subsanar este requerimiento, no solo desde la tramitación como tal, sino incluso con atención dedicada, como podría pasar en el mismo municipio con tele-atención. “Ir” al municipio no debiese ser un requerimiento, salvo para tramitaciones específicas presenciales como la obtención de Licencias de Conducir. Firmas y certificados no se si requierán construir un nuevo edificio. ¿Somos pro o no somos pro?
(Bueno, y si hubiésemos andado en esa –”atender de mejor manera a la comunidad”– nos habríamos comprometido con todo por lograr la accesibilidad universal partiendo por el edificio ya en funcionamiento y disponer de un entorno cívico acorde a las diversas necesidades de cada ciudadana o ciudadano. Si, peatonal en Carmen incluida.)

Las diversas fotos del alcalde debiendo firmar a mano torres de papeles, debiesen habernos motivado a otras adquisiciones o cambios, no necesariamente a cumplir el deseo noventero del mega edificio consistorial que don Leo saca de su kárdex cada cierto tiempo.

Chico eléctrico podría sugerir también drones de atención.
Para los más desconectados, quepa recordar que el exconsejero George Bordachar renunció a su cargo en el Consejo Regional para ser candidato a alcalde. En su momento, con objeto de llegar a la papeleta, renunció también a su militancia a RN por años (previendo que primero debería ganar la interna RN). Esto, junto a la inexistencia de primarias e indefinición santiaguina por derecha, dejó a los partidos locales de ese sector en la obligación de una definición previa, para intentar evitar un desangre con más de un candidato. Así, Francisco Sanz (RN) y Celso Morales (UDI) deberán esperar la nominación luego de una “encuesta vinculante”. Esto es contextualmente importante para esta historia, ya que, como dijimos, Sanz expresó en primera instancia sus reparos frente a la compra por antecedentes y temporalidad. Tomó posición.
En el caso de Morales –uno de los ángeles de Coloma (Morales/Canales/Undurraga)– no se le ha visto referirse a esto. No tomó posición.
¿Será que un exalcalde y aspirante a volver a serlo tendrá alguna opinión respecto de la forma y el fondo de esto? No lo sabemos aún, en sus siguientes apariciones en prensa prefirió persistir en la inyección de miedo con verdades a medias.

En fin, a 4 meses del final, con la presión eleccionaria, los ajustes para el traspaso, intentos de proyectar o definir algún legado y con otro lote de prioridades acumuladas, posiblemente ya no pase.

(41)