Cuando me llamen, diré Sanz. ¿Por qué?

Hace algunos minutos leía el comunicado oficial compartido por Francisco Sanz donde se comprometía a cumplir su palabra luego de, según dice, conocidos los resultados de la encuesta vinculante, resultados entregados por el presidente de su partido. Como no había información y nadie decía que fue encuestado, parecía que el proceso estaba por pasar. Mientras no hayan números, todo queda en el espacio del “creer” y… aún no hay números. En fin, no se si le hayan preguntado a alguien, si fue telefónica, presencial o sólo mental, como sea, comparto acá el por qué la respuesta debía ser Sanz.

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El dedazo santiaguino de primarias desencadenó dos situaciones: por izquierda la designación del concejal en ejercicio Javier Ahumada como candidato de toda la coalición oficialista y por derecha la supuesta interrogante acerca del mejor método para lograr una definición. Esa definición sería entonces una encuesta vinculante. ¿Para qué hacer una votación con padrón, vocales y veedores si podemos meter una caja negra en el proceso?. En fin, esa fue la decisión santiaguina por derecha: habrá una encuesta para decidir entre el concejal Francisco Sanz (53) y el exconcejal, exalcalde y exdiputado Celso Morales (67). Aún cuando la derecha pueda ser más grande que RN y UDI, parece que sólo esos serán los candidatos sobre los que versará la encuesta. 

Si me llaman por la supuesta encuesta telefónica, diré Sanz y quiero decir por qué.

La primera razón es por su favorable inexperiencia. Ya sabemos como fue de concejal, de alcalde y de diputado el candidato Morales y eso es punto para Sanz, que tiene todo el potencial por desarrollar. No es problema que Sanz no haya sido alcalde, ya que, al igual que Morales y todo alcalde que hayamos tenido, todos tuvieron un primer periodo alguna vez. En el caso de Morales fue alcalde por dos periodos (…) hace 20 años y hoy intenta presentarse como el adalid de la modernidad, porque esta debe ser una ciudad moderna, dice. Lo que nos lleva al segundo punto: el emblema de modernidad.

Por la diferencia de edad, por capacidad y despliegue también Sanz juega con ventaja ante el sexagenario exconcejal, exalcalde y exdiputado. De todo el abanico de candidatos, por izquierda, centro y derecha, Morales está Top-1 o Top-2 en edad. Es difícil ser el adalid de la modernidad intentando “recuperar” -dice- un supuesto pasado o con ideas copiadas (como el ejército de drones, los buses de Talca, la seguridad de Las Condes, el globo de Lo Barnechea, etc.) y más con limitaciones tangibles que todos hemos conocido, como sus afecciones cardíacas –al menos 2 infartos en 5 años- por más que intente mostrar lo contrario haciendo lives subiendo escaleras con música de Rocky. Porque si: este cargo sí requiere salud compatible para hacerlo bien. Pero, ok, hagamos como que su salud -o falta de ella- junto a su edad y repetición del plato no es relevante. Morales frente a Sanz tiene en contra el día a día, el pulso de los temas como veremos.

Sanz lleva los últimos 8 años de su vida semana tras semana en actividades o en el municipio o en el territorio. ¿Morales en qué, como asesor del Senador Coloma? Ese diferencial de pulso diario fue evidente por ejemplo en las primeras entrevistas y temas que intentó posicionar Morales, tanto en Condell como en VLN. Dubitativo, titubeante, sin datos, sin fuentes, errores no forzados y sin equipo –esto último dicho por él en Condell– me lleva a a pensar que estamos frente al típico caso (que él mismo cuestionó en aquellas primeras entrevistas insinuandolo del candidato Bordachar) del candidato a alcalde que no quiere ser alcalde pero si quiere ser diputado. Este tipo de jugadores –si queremos ver esto como un esquema de representación (que lo es) y roles– son los que apuestan en el vacío, sin fondos, tal como el que blufea en el remate para subir el precio. Ya lo hizo Hugo Rey en la antigua discusión acerca de Globos versus Drones, como podrán recordar quienes tengan más memoria, donde con un bajísimo gasto electoral logró usar la plataforma para una campaña formidable a diputado. Y le resultó.

Todos festinan recordándole a Morales el funicular que aún no se mueve. Esto es un problema por dos razones, primero por la mala fama que se le hace a los funiculares siendo una alternativa aún necesaria a pesar de su pésima implementación lo que es cierto, pero además porque se convierte en una sombra tal, que no deja ver que detrás hay al menos dos temas relevantes para la ciudad y de los cuales aún no nos sobreponemos.
Es interesante que aún cuando se intenta proyectar el tema “nacional” de la delincuencia a la ciudad –aún con bajas cifras sobre todo en homicidios– nunca se propone la clave máxima, la infalible, que es la de desplegar militares a la calle. Y claro, como nadie puede dar lo que no tiene, aún si quisiéramos tendríamos que salir a pedir prestado contingente, como ya nos pasó en pleno terremoto, durante la pandemia o cada temporal, incluyendo este. Es que va a estar complicado que desde el Mall -lo que apareció luego de la salida del antiguo regimiento- puedan desplegar un ejército. Capaz que un ejército de ofertas o descuentos, puede ser. Un batallón de precios bajos. Porque perder el regimiento que desde el siglo XIX tuvimos pasó en un momento… ¿En qué momento? Preguntémosle al exalcalde. 

Esto, tras aquel funicular no se alcanza a ver. 

No es lo único que no se alcanza a ver ¿por qué tenemos hoy que motivar un colegio deportivo Luis Cruz Martínez? Ah si, porque no vimos que iba perdiendo matrícula de 500 en 500 por cada periodo municipal hasta tener que llegar al punto –en estos últimos 12 años– de tener un elefante blanco con algunas decenas de estudiantes. Si, ese histórico liceo –donde estuve– fue reducido a una leyenda. ¿En qué momento? Preguntémosle al exalcalde. Esto, tras aquel funicular tampoco se alcanza a ver. ¿Dije un elefante blanco? Debí incluir al Fernando Lazcano en la suma también, cuyas curvas de matrícula son finamente parecidas.

Ahora bien, en la contingencia siempre contingente, enfrentados al asesinato en el Cerro Condell la templanza de Sanz fue bastante contrastante frente a la histeria de Morales. Se contrapuso también al estilo de apertura sin cierres (Morales) frente al necesario cierre perimetral en implementación y reglas (Sanz). La histeria del ejército de drones –recordemos el espíritu del blufeador durante el remate– como la del globo se desinflaron al día siguiente cuando precisamente esas ideas no escalables fueron enfrentadas a un asesinato por Tutuquén. ¿Cómo lo resuelve el ejército de drones? Claro, esa tasa de 0,4 muertes por año en el Cerro era suficiente como para conectar con los profundos miedos del votante que, aún sin tener portón, teme un portonazo o aún sin tener auto teme una encerrona. Favorablemente, como decía aquel domingo allá, a nadie se le ocurrió comparar cuántas cámaras habríamos podido tener de haber invertido lo que invertimos en la cascada seca del exalcalde Morales o en la cápsula del tiempo del exalcalde Rey. Porque varios de los candidatos han devenido en extraterrestres que aterrizaron recién este año a una ciudad que según vemos se fundó recién hace 12.

Pero, aún cuando vemos que la contingencia da material para ambas candidaturas, hubo un caso en donde no supimos del candidato Morales. El candidato Sanz fue claro en que la compra del edificio de La Araucana aún pudiendo ser un buen negocio, era plenemante discutible de hacerla en el año 4 de 4 (o 12 de 12). ¿Y qué dijo el candidato Morales? Es bastante raro que haya estado dispuesto a hablar hasta de una Planta de Revisión Técnica (…) y no de un edificio que, eventualmente, tendría que salir a gestionar y pagar mes a mes (como cualquiera de los candidatos y candidatas). ¿Qué pasó? 
¿Un alcalde no interesado en futuro edificio municipal? Sabemos qué pasó y por eso Bordachar divide las aguas como hace bastante tiempo no se veía en la comarca. ¿Mandamos un ejército de drones al edificio? ¿Le anclamos un zeppelin israelí de 1 millón de dólares?

En fin, como vemos hay un alto importante de motivos por los cuales responder Sanz en esa encuesta telefónica, pero hay uno mejor y tiene que ver con el cinismo.
Más allá de Sanz como contrincante específico, ningún candidato o candidata a alcalde o alcaldesa actual, podrá decir que tuvo la oportunidad, en sus manos, de implementar un plan de ciudad como sí lo tuvo Morales por 8 años. Si aceptamos la temporalidad para los diversos proyectos para Curicó y toda aquella comuna que no sea Talca  -sobre lo cual hablé latamente en el capítulo 3 de mi libro Una Ciudad Ciclista– entenderemos que este presente (hoy) fue el futuro por acción u omisión de este y los demás alcaldes anteriores (ayer). Como grandes priorizadores tuvieron la sartén por el mango, con concejos municipales que en gran medida aprobarían sino todo, la mayor parte de los proyectos. Entonces, que hoy un exconcejal, exalcalde y exdiputado comparta lives mostrándonos, por ejemplo, lo macabra que es la situación de anegamiento que año tras año nos azota -mientras entrega “gratis” sacos de carbón y escobillones- sólo demuestra una vez más que ese sueño de futuro no contemplaba precisamente situaciones como esa. Si lo hubiese hecho, no habría live siquiera. Y dimensiones como gestión de la crisis de tránsito, transporte público, matrícula en secundaria y, por cierto, delincuencia, también son susceptibles de entrar en este listado. Ojalá haber sido concejal, alcalde o diputado para resolverlo, ¿no?

En fin, cuando me llamen, diré Sanz. A Sanz no hay que explicarle por temas de movilidad o ventajas de ciudades caminables o bicicleteables. Fue uno de los primeros concejales que se comprometió repetidamente en Hora de Incidentes a levantar los pendientes de seguridad para ciclistas urbanos. Tampoco hay que explicarle por qué meter vías sobre un humedal y Cerro Condell no solucionará nada y, por el contrario, nos dejará en peores condiciones.

Ahora, el hecho de que Sanz gane, no quiere decir que termine en la papeleta. Si la vocación democrática hubiese sido tal, esto se habría resuelto en primarias abiertas y transparentes, no en una encuesta privada donde los mismos partidos tendrán la última palabra. Y eso tiene que ver con el último motivo para decir Sanz al encuestador: sin ley que limitara a los niños símbolo -viejos cabrones mejor dicho- en sus lógicas del “tiene-mantiene”, nunca habrían podido dar algo de aire a los partidos, especialmente en provincia.
Siempre he pensado que debe haber más gente en la UDI con talento, además de Coloma, Morales, Undurraga y Canales. No sé qué sentirán los demás militantes que deben aceptar elección tras elección el sacrosanto designio divino que nuevamente pone en la papeleta a… los de siempre. Lo que sí se, es que sin esa bendita ley, no habríamos podido contar, por ejemplo, con la concejala Cheyre, que guste o no se ha tomado el rol en serio y, guste o no, con bastante más talento y visión que Canales y Undurraga.
¿Podría ella pensar en ser alcaldesa?
Con los talentosos eternos, no.

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