La ciudad está llena de propaganda. Alameda cubierta, centro cubierto, panderetas cubiertas y gigantografías en techos también. No hay lugar que se libre de ser presa de los comandos en el afan por obtener el lugar más visible y más seguro para ubicar la propaganda.
Nadie quiere ser identificado. Cualquier logo de partido será asociado al candidato o candidata, lo que indudablemente le asignaría un discurso propio de la tienda a la que pertenezca. En nuestro país los candidatos a alcalde y concejales son los representantes ejecutivos electos más influyentes en la vida de las comunas y por lo mismo, se ha intentado levantar o validar la consigna de que “la gente vota por la persona, no por el partido” en las municipales. Vote por lo que se vote, alguien paga la propaganda, alguien dió el cupo para aparecer en la papeleta, lo que inevitablemente nos lleva al clásico “nadie te invita a almorzar gratis”.
Contenido real de la propaganda.
Foto por Kako Por más propaganda que haya, no pasa de ser una cara, un nombre y un lema. El paseíto en la feria o el beso a la guagua lograrán cercanía y una suerte de confesionario de problemas, pero de eso no pasa. Hasta ese instante la comunicación va desde los votantes hacia los candidatos. El problema es cuando no hay respuesta, a través de una solución concreta o propuesta. Una cara, un nombre y un lema no es una respuesta posible. Un programa o al menos un simple papel que compruebe la oferta de futuro posible -y por lo mismo, cobrable- es lo que hace falta, al menos por el lado de los alcaldes. Por el lado de los concejales… ¿Qué puede ofertar un concejal?
En un presente tan carente de ideas, planes y proyectos concretos (propios, no herencias) por quienes intentan llegar al municipio o a las concejalías, aparece o mejor dicho, reaparece la angustia por el futuro de la ciudad. Una alternativa posible para explicar esta ausencia, es que no han hecho un diagnóstico de cuales son las mayores carencias o cuales son las alternativas para el futuro de la ciudad.
No toda la ciudad leerá esto. Usted que si lo hace, dele una vuelta. Intente encontrar algo de futuro desde la propuesta de los candidatos… si encuentra alguna, agréguela a los comentarios.
¿Sabe que es lo peor de todo? Que si reemplaza “ciudad” por el nombre de su comuna, calzará también en este post.
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One thought on “Los increibles se tomaron la ciudad. El vacío también.”