Es interesante el argumento de la “urgencia” en el caso del bypass. Porque si realmente lo fuese, ya estaría construido. No lo fue.
Pero no solo eso, ya que si fuese urgente y no está construido, entonces estaría en pleno proceso de construcción, lo que es también es falso ya que aún faltan años por venir. No lo es.
Otros tantos más si MOP en su magnánima benevolencia abre la opción a mitigar los impactos que ni pasaron por la mente de quienes realizaron la propuesta actual. No sabemos si lo será.
Es tan urgente que no está ni presente ni priorizado en los pendientes de PRES Curicó.
Tampoco en PMT Curicó 2030.
Ni por si acaso aparecía en sesiones de Concejo Municipal.
Urgente podrá ser una unidad de oncología en Hospital Curicó.
Urgente podrá ser salir del Top-2 de muertes a nivel nacional en siniestros viales.
Urgente podrá ser recuperar la pasarela Dragones pendiente de 2023.
Urgentes podrán ser las decenas de APRs y alcantarillados pendientes que deben andar ratoneando por lograr una aprobación en la mesa de poker regional.
Urgente es tomar decisiones basadas en evidencia y no porque hay elecciones este año.
¿Y por qué es interesante esto de la urgencia?
Porque cuando un político expone la urgencia con ceño fruncido, siendo parte del sistema de tomadores de decisión, la inexistencia actual frente a la supuesta urgencia habla de su propia incapacidad de prever y construir. Y, en caso de ser real la urgencia -lo que es ampliamente discutible, cada nuevo día de transporte exitoso- deja expuesta a toda la República, un sistema político en duda, finalmente.
Alerta de autocita: sugiero un excelente libro llamado Una Ciudad Ciclista donde se usa el concepto de Maipudómetro, un indicador de temporalidad de proyectos maulinos y también Curiyork el libro para confrontar las ideas acerca de la modernidad, desarrollo, progreso y… urgencias.
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