En abril de este año presentamos un estudio que profundizaba acerca de los siniestros viales en la región. Fue presentado bajo el alero del Observatorio de la Bicimovilidad de Curicó Ciudad Ciclista. Lo denominamos “Siniestros Viales en 2023 ¿Estado de Emergencia?”. Lo de Estado de Emergencia llamaba a la coherencia con aquel discurso donde con frecuencia luego de balazos y muertes aparecen voces pidiéndolo, voces que en este caso específico extrañamente guardan silencio.
Estas muertes parecen no importar.
En su momento lo compartió en extenso VLN Radio en su portal además de una entrevista para presentar algunos de los hallazgos. Entre los más impactantes se encuentran dos joyas. La primera el ser la primera región luego de la Metropolitana en muertes en espacio público por siniestros viales, una aberración estadística. La segunda, es que esas muertes en el caso del Maule, triplican a las muertes en homicidios consumados, vale decir, si queremos tener miedo debemos tenerlo a las ruedas y no a las balas o cuchillas.
Aún no terminamos el año, pero ya es diciembre. En diciembre la probabilidad de que muera un ciclista en Curicó alcanza el 90%. Aún sin terminar el año, ya hay bastantes datos para analizar lo que haremos ya con la información completa. Sin embargo, a modo preliminar podemos adelantar que ya en septiembre de este año seguíamos la senda del segundo lugar nacional.
Luego de la seguidilla de siniestros viales en J-60, quedé con la duda acerca de cuál era el comportamiento de los datos en su extensión, a modo de resultados preliminares desde enero a septiembre, lo que ya expone algunos datos interesantes.
La idea de esta visualización es lograr entender el dónde. Parece ser bastante evidente la respuesta. Qué está pasando allí? Suponemos que esta inquietud es compartida por los tomadores de decisión comunales, provinciales, regionales y nacionales. Queremos creer, sinceramente. Porque alguna respuesta habrá que entregar a las comunidades de Licantén, Hualañé, Rauco y especialmente La Isla en Curicó, acerca de cómo la probabilidad de siniestros viales aumenta allí, en cada lugar.
Para quienes han podido leer el capítulo 3 de Una Ciudad Ciclista, recordarán el extenso relato acerca de las responsabilidades públicas respecto de la siniestralidad vial o al menos del aumento de riesgo en el entorno de lo público. Evocando esas líneas y observando el punto más rojo, aparece a toda velocidad la pregunta acerca de la irrupción de nuevo riesgo sobre La Isla con la venida en gloria y majestad del Bypass Curicó. Ese rojo intenso expresa la intensidad de un entorno donde ahora se sumará aquella magia que posiciona sin competidor cercano a la Ruta 5 Sur como una verdadera moledora de carne. Ese halo es el que ahora dispondrá de un especial nodo conector allí, donde el ensarte es habitual -curva de la muerte- y donde hasta quedan autos colgando -puente Rauco-.
Y cuál es la mejor respuesta de los tomadores de decisión para evitar el rojo?
Llene el formulario del SEA?
No tenemos por qué estar de acuerdo con lo que pensamos, o decimos en este caso. Estemos atentos a los sentidos llamados de fin de año donde las autoridades a la par de dar luz verde a nuevos autódromos, verdaderas pistas de carrera, nos dirán cómo es de importante que no bebamos mientras conducimos, cuán importante es respetar la velocidad y cómo es de relevante conducir atentos a las condiciones del tránsito.
Eso de nuevos proyectos para desplegar pistas de carrera con nuevas carnicerías?
Por favor esa parte no la tomen en cuenta.
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