Candidaturas temerosas por las calles: peleando contra un dragón

Es interesante el contradictorio discurso de candidaturas edilicias que de todas las formas posibles intentan persuadirnos de una situación agobiante, descontrolada y de altísimo riesgo urbano, donde la delincuencia lo copa todo. Contradictorio ya que a la par, les vemos caminando bien sueltos de cuerpo por las calles, alegres y campantes, como si nada pasara o, al menos, como si ese miedo que van sembrando afectara al resto de la comunidad pero no a ellos, los inmunes. En plena Feria de las Pulgas, por el medio de la Felicur, por la Alameda, la Plaza y cualquier calle, ellos pueden salir a grabar cápsulas con teléfono en mano o tomarse fotos. Como si nada pasara. Sin embargo, parece haber consistencia estadística con este comportamiento –distante de de su discurso de caos reinante– según la evidencia presentada por las autoridades policiales, de gobierno y la academia durante los últimos días. Estos números difieren significativamente de la catástrofe que airadamente nos muestran las candidaturas, aún cuando las televisoras persistan en presentar a Santiago como Chile, lo que facilita que acá se tome como bandera de campaña.

Constatábamos hace unas semanas cómo las muertes en siniestros viales triplicaron a los homicidios en esta región, lo que nos dejó como la primera región en cantidad de muertes en el espacio público luego de la Metropolitana en 2023. Es un hecho, fundado en evidencia y datos, también de Carabineros. ¿Alguna candidatura consternada por tener esta probabilidad de muerte en el espacio público? ¿Rasgamos vestiduras por aquellos adultos mayores o niños en riesgo diario? ¿O seguiremos comprando flechas por si llega a aparecer un eventual dragón? Porque eso hacemos cuando todas nuestras ideas, todos nuestros temores y todo nuestro presupuesto –público y privado– se va a abordar un problema que demuestra con datos su real impacto a la baja. ¿Creeremos en las cifras que entrega Carabineros? esa es una primera pregunta importante. Si la respuesta es sí, entonces deberán cambiar el tono imperante. Si quieren combatir un dragón real y que lanza fuego en cada jornada salgan a la calle y véanlo por si mismos en cada vía. Claro, no nos gusta pensar que cada vehículo pueda ser un eventual generador de fatalidad, pero eso no cambia los datos. Siempre un “otro” podrá ser el responsable (delincuentes) pero es inconcebible que sea alguno de “nosotros” (conductores).  ¿Seguiremos viendo malos resultados en delincuencia a pesar de las cifras que exponen lo contrario? Desde luego que sí, pero no será por los delincuentes y la estadística real sino por los equipos de campaña para quienes estas alentadoras estadísticas son pésimas noticias ya que les obligan a salir de esta zona de confort en que se convirtió el mantra de la delincuencia. Campañas completas quedan sin piso luego de los resultados del STOP o de la Universidad Diego Portales. ¿Esto debería ser un llamado al relajo? Desde luego que no, sencillamente a llevar candidaturas responsables, definirlas en base a evidencia y dejar de rasgar vestiduras por un dragón que sigue sin aparecer.

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