No es poco elegir a quien gobernará la región. Recordemos que esta elección intentó ser aplazada o mejor aún, suprimida en más de una ocasión. Es que la pérdida de poder que significa, impactará directamente al establishment. De partida quien logre el cargo podría desplazar los focos de la capital a alguna región con la mediatización adecuada en la imagocrática Sociedad del Espectáculo. En segundo término y quizá más directo, luego de la elección tendremos a quien podría competir con cualquier senador que tenga la misma cobertura por circunscripción -la región completa- y, como quien puede lo más puede lo menos, con cualquier diputado habiendo superado los dos distritos, para el caso del Maule. Esto significa pérdida de poder para el centro y una amenaza para los actuales incumbentes. Se entenderá la necesidad de algunos por detener este carro.
En el caso de la Región del Maule, esto no es baladí. Las particulares condiciones de esta región, precisan de habilidades superiores a completar una ejecución del 100% del presupuesto anual y mucho más estratégicas que regalar -perdón- comprar y entregar vehículos en plazas (ambulancias, camiones, furgones, micros, tractores, etc.), contenedores de basura u otros. No es posible sacar de los primeros lugares del ranking de pobreza y menor desarrollo a una región sólo en base a un plan anual de compras. Quiero creer que soy yo quien no ha sido capaz de encontrar el programa de cada candidatura, pero no he logrado hallar un documento que señale un rumbo, una propuesta de futuro, un compromiso, ejes, una visión para una región. Es cierto, podrán considerar que aún hay tiempo (…), o que no es necesario el esfuerzo aun, sin antes enfrentar la primaria y tener la ficha en la mano para ir a jugar la partida. Desconozco, de ser así, la forma en la que se logra persuadir a cada votante en plena temporada de campaña. ¿Qué se oferta? ¿Cuál será el plan? ¿A gusto del cliente?.
En su reciente libro “El Fracaso de la Comuna Autónoma en Chile”, el investigador Andrés Rojas Böttner desarrolla en profundidad un momento de nuestra historia donde se entrega recursos y algo de autonomía -poder en definitiva- a los territorios. El título es bastante descriptivo de aquel momento y de su resultado. ¿Cuál será el destino de las Gobernaciones Regionales? ¿Cómo se titulará ese futuro libro cuando se analice este periodo en 100 años más? Aún estamos a tiempo de que sea un floreciente futuro -especialmente en regiones con el nivel de precariedad de la nuestra- de miradas compartidas, de sentido regional y descentralización, para no quedar en un rol nuevamente obsecuente a la voz de la capital, de la guía del partido o de la presión de congresistas más preocupados en mantener su feudo y cortesanos que en las particularidades de cada territorio y su desarrollo.
No tener siquiera un plan, puede ser un presagio. Ojalá estén en un intenso intercambio de borradores finales de los documentos para abrir esta conversación, que contenga los sueños recopilados luego de años de trayectorias individuales y de coalición. Ojalá pronto se compartan los planes y propuestas que de modo responsable permitan enfrentar el desafío de construir región de aquí al futuro. ¿Qué plan hay para Empedrado, Curepto y Vichuquén? ¿Cómo proponen crecimiento orgánico de las ciudades y no basado sólo en depredación de territorios agrícolas? ¿El puerto, el aeropuerto? ¿El rol de la universidad regional? ¿Datos Abiertos o no? ¿Centros de información regional para no manejar a ciegas? ¿Desiertos verdes o no? ¿Zonas de sacrificio o no? ¿Con participación o no? ¿Macrozona Maule-Mendoza? ¿Archivo Histórico del Maule o todo seguirá yendo a Santiago? ¿Transitar del centralismo de Santiago al centralismo de Talca? ¿Todo pensado para los autos o ciudades pensadas para las personas? ¿Vinculación “inter” comunas? ¿Coherencia “inter” provincias? ¿Teatros comunales? ¿Desarrollo económico basado en cada territorio? ¿El turismo por fin? ¿Concretar la Ruta de la Costa? ¿Reconstrucciones pendientes? ¿Migración campo ciudad? ¿Envejecimiento fuera del backbone Ruta 5?. Los temas no son escasos, menos en el Maule.
Ya conocemos la calidad del trabajo de nuestros congresistas. No cabe duda que habrá cientos de cabos por atar y carga que se tendrá que arreglar durante el camino. Será importante esa tolerancia a la frustración por parte de quien ostente el nuevo rol, junto a otras condiciones personales incluso, pero la primera de ellas es la de hacerse cargo del nivel del desafío que se enfrenta, para que en 100 años más la tapa de aquél futuro libro no incluya la palabra “fracaso” en su título.
Columna publicada en Diario La Prensa.
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