Columna en Diario La Prensa, con ocasión de cierre de Diario El Centro.
Hace unas semanas con ocasión del aniversario de la Región del Maule, hacía la pregunta acerca de si esta región realmente existe. Para hacer existir este intangible -pertenencia a un territorio amplio- lo primero es abrazar esta “intersubjetividad” -como diría Husserl y recordaría Harari- para compartirla. Hay claridad en que para el caso de Chile y Curicó la respuesta es que “existen”: más allá de los decretos firmados, es un juicio compartido.
¿La Región del Maule existe? A mi juicio, aún no, mientras no establezcamos esa noción compartida y la hagamos propia.
Es doloroso cuando un medio de comunicación cierra, más allá de las humanas tendencias, de líneas editoriales, reportajes específicos, controversias u opiniones de coyuntura. Los medios progresivamente fueron convirtiéndose en un poder más, en el juego republicano y de intermediación. Lo esperable sería sumar miradas, sumar propuestas, ampliar ese abanico, para que las audiencias -la ciudadanía- logren construir imágenes más ajustadas de lo real y no lo opuesto, como hemos visto en otros medios, cierres y despidos. En efecto, lo digital ha traído contenido de alta calidad, la otra cara opuesta de esa moneda son los mares de fake news, teorías conspirativas y de plano mentiras plenas, a cambio de clics. La adaptación de los medios tradicionales hacia este nuevo escenario digital, sigue siendo un desafío desde el más grande al más chico. El dolor ante un cierre es doble cuando se trata de medios en regiones, que cobran vital importancia en la creación de aquella intersubjetividad que señalábamos. La Región del Maule es más que unos puntos y guiones conteniendo comunas en un mapa y los medios de comunicación contribuyen también a esta construcción. ¿Dónde se forman los sentidos comunes regionales?. Triple dolor al ver el momento histórico en el que esto sucede y donde más voces serán requeridas para fortalecer la democracia. Pero entendemos que circunstancias extremas, como en caso de Diario El Centro, requieren decisiones afines.
Como en el Maule sabemos de cargar adobes, ojalá se logre concretar esa mínima luz que logró colarse al cerrar la puerta, en la editorial de la edición 11.428 y final: “lo intentaremos”, dice. Ojalá retome vida, basado en una visión regional, desde la región y no teledirigido desde Santiago. Las sociedades se fortalecen mientras más y mejores medios existen. Las instalaciones ya son parte de la Universidad de Talca. Su archivo queda bajo resguardo del Centro de Documentación Patrimonial de la misma institución.
¿Este es un problema de Talca? Antes de 1800, había cerca de 20 periódicos impresos, sólo en Curicó. Entre 1900 y 1950 logramos otros 20. Hoy, en formato impreso, sólo Diario La Prensa. Cuando hablamos de resguardo patrimonial también nos referimos a cómo se logra proyectar esto. ¿Cómo se resguarda(rá) el patrimonio en Curicó?
No es una buena noticia cuando un medio cierra, menos en una región como la nuestra. Parafraseando a McLuhan, el medio, nueva y lamentablemente, fue el mensaje.
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