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Me gustaría pensar que habrá una alcaldesa en el próximo periodo, pero no será así.
Más allá de las consideraciones numéricas, hay un entorno complejo a tener presente, donde, por cierto, se incluye que mujeres no votan por mujeres. No tengo que justificar algo que ha sido evidente durante todas las elecciones a alcalde.
Alcaldesas de Curicó en 276 años: cero.
El mayor éxito que ha logrado alguna candidata es el de concejala. Aún así, esto no ha logrado superar a un único escaño por periodo. Sólo hubo una excepción para confirmar esto que parece una regla, con Carmen Olivos e Isabel Margarita Garcés en el 92.
Aires de democracia quizá.
A ellas luego se sumarían Julieta Maureira y Sonia Maturana. Creo que fue posible contar a las concejalas con una mano.
¿Qué hace que esto pase?
Si la democracia se trata de representar, más de la mitad de la población de Curicó está subrepresentada.
La presentación de la candidatura de Macarena Pons, como candidata a alcaldesa, no contribuye. Las candidatas a alcaldesas en períodos anteriores, a pesar de su calidad en algunos casos bastante mayor a la de los demás candidatos, no ha logrado romper esa matriz machista usual en territorios conservadores como este. La suerte no será distinta en este caso, por eso, ante la pérdida natural de una buena candidatura para concejala, sorprende esta decisión que ya tiene un futuro marcado.
Entiendo que el concejal Canales, luego de sus 4 periodos no quiera soltar su silla. Entiendo que el concejal Undurraga, también con 4 periodos no quiera soltar su silla. Como 16 años no son suficientes, vamos por los 20.
Son tantos los desafíos, ahora si lo lograremos. En ese marco, no parece extraño que ambos candidatos quieran evitar el riesgo de pérdida de una nueva reelección frente a una candidata como Pons, menos luego de una elección a la baja donde apenas lograron superar los mil votos cada uno.
Penden de un hilo si desean reelegirse, poner a Pons como candidata a concejala, sólo aceleraría el proceso. ¿Se entiende la jugada?. Sería lo mismo si el concejal Leoncio Saavedra quisiera soltar la silla luego de 5 periodos. Eso no pasará.
Pero debo admitir que hubo una parte que me encantó durante la presentación. Independiente de considerar un error el tomar el espejismo de camino corto a la alcaldía versus el camino largo por la concejalía, lo más atractivo fueron las razones que fueron exponiendo Coloma, Morales, Undurraga y Canales para tomar esta decisión. Entre ellas, lo importante que era la renovación en la política, lo importante que era contar con caras nuevas, lo importante que era contar con una mujer candidata… a ver, esperen.
¿Resulta que ahora lo realmente importante y valorable es una candidatura que representa lo diametralmente opuesto a lo que representan los 4 fantásticos?
¿Cómo debo reaccionar si alguien que es congresista desde 1990, que logró incluso romper el propio record familiar de reelecciones, me dice que lo importante es la renovación en la política?
¿Qué debo pensar si alguien que se comprometió a no ir a la reeección (en sentida conferencia de prensa) y luego sigue como si nada pasara, me habla acerca del valor de la lealtad en política?
Es irrelevante lo que yo piense, esto se trata de poder. En ese marco por ejemplo, costó poco deshacerse del perfil en desarrollo del general en retiro. También importará poco perder la opción de renovar la concejalía sabiendo el futuro que se viene.
¿Esto se trata de perder bien?
Como en cada elección, la opción de perpetuar este permanente panel de hombres o cambiarlo, está ahí.
La opción de elegir candidatos que vivan en este siglo y no en guerra fría, también está ahí. Nosotros, usted y yo, la ciudadanía, tiene la palabra. Estamos a un voto de distancia.
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