Por allá por 2013, se hacía mención acerca de un “escándalo internacional por los premios “Yecatl” y “Tlatoani” entregados en México por el “IMDE”. El Yecalt y Tlatoani serían dos galardones entregados por el Instituto Mexicano de Evaluación (IMDE), donde por la entrada a recibir el Yecalt por ejemplo, serían 1.000 euros. No se cobra por el premio, sólo por la entrada a la ceremonia.
En febrero de 2014, con el sugerente título “Congresistas denuncian intento de estafa con premio a ‘mejor diputada'”, en el diario La Nacion de Costa Rica contaban esta historia: “la jefa de fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), Carmen Muñoz, denunció en el plenario que fue nominada a un premio internacional como “mejor diputada”, pero que teme que se trate de una estafa, por lo cual alertó a sus otros 56 compañeros. Contó que mediante una llamada telefónica, aparentemente desde México, se le indicó que la condición para recibir el premio era el depósito previo de $3.000 en cuentas de supuestos funcionarios del “Instituto Mexicano de Evaluación” (IMDE), entidad que la nominó. “Mi despacho se dio a la tarea de investigar a la institución y el premio y llegamos a la conclusión de que tiene todas las características de una estafa”, afirmó”.
Y así suma y sigue. El espejismo de ser “el mejor de Iberoamérica” parece estar siendo capitalizado por una entidad de la sociedad civil que lo define.
Los institutos: IMG / IMDE
Al indagar acerca de los premios, nos encontramos con dos entidades importantes: el Instituto Mejores Gobernantes A.C. (IMG) y el Instituto Mexicano De Evaluación (IMDE). Parte de la controversia asociada a las notas anteriores es la vinculación o patrocinio -inexistente- de una universidad, no obstante su autonomía institucional de entidades gubernamentales o de educación superior. La misión institucional según su dossier es “Promover mejores prácticas de gobierno desde la sociedad civil a través de la formación, evaluación y reconocimiento a los mejores servidores públicos de Iberoamérica”.
No hay mayor problema en ponerse a regalar premios, sin duda, o en generar rankings en base a parámetros de calidad cualquiera sean. Entidades como el Academic Ranking of World Universities (ARWU) o las acciones de rankeo de Great Place to Work (GPTW), se dedican a medir y contrasta para luego definir un orden en el caso de cada ámbito (educación superior y lugar de trabajo en cada caso). Aunque quizá aquí está parte del asunto: las entidades saben que están siendo evaluadas, se conocen los parámetros a evaluar y existe cierto grado de transparencia en el proceso y referencia.
La huella
Si un grupo avispado intentara capitalizar el interés individual de un representante por mostrar calidad de liderazgo o lo que sea, de forma masiva, en pleno siglo XXI sería mucho más complejo mantenerlo en reserva o restringido a comunidades cerradas. Hay burbuja, pero la red no para. El peor caso para este ejemplo sería que dos alcaldes obtuvieran a la vez el galardón estando a un par de cientos de kilómetros de distancia. Parece ser el caso y en pleno siglo XXI.
Algo más extraño pasa, teniendo en consideración que parte de la misión institucional es… comunicar. Suena raro que un instituto que reconoce la relevancia de la comunicación política, no exponga una parte central de su acción como es el reconocimiento de los mejores servidores públicos de Iberoamérica en sus sitios y redes. No es razonable definir un intensivo trabajo por medir, homologar, llamar por teléfono a los territorios para consultar si debe recibir el premio o no –según dicen las bases…- para luego mantener el resultado en reserva. Los 1020 me gusta en feis y 859 seguidores en un país de más de 120 millones de personas subrayan este punto.
Se recomienda discreción previo a la entrega incluso.
Este diseño, de premiación uno a uno, da la oportunidad a cada ganador, de lograr un buen set de fotos y videos para mostrar a la vuelta, donde cada alcalde o alcaldesa tenga sus minutos de gloria para presentar a cada comunidad con el ladino título de mejor alcalde de Iberoamérica. Luego de esto, parece graciosa la propuesta si se googlea acerca del premio, para ver como cada uno fue el mejor o la mejor :-)
Como andamos por Chile
En una búsqueda simplona y superficial, totalmente reproducible por les lectores en tuitr y gugl por ejemplo, encontraremos que además de los representantes de Valledupar (Co), Tierralta (Co), Cajicá (Co), Cartago (Co), Pitalito (Co), Guayaquil, Daule, Orizatlán, Alajuelita, Formosa (Ar), Villa del Rosario, Villa Bisonó (Do), San Ignacio de Velasco (Bo), Warnes (Bo), Montero (Bo), Puerto Cortés (Hn), El Progreso (Hn), Choloma (Hn), Naranjo (CR) y Granada, por Chile al menos estarían Patricio Ferreira de Alto Hospicio, Pablo Astete de Villa Rica, Karen Rojo de Antofagasta, Patricio Freire de San Felipe, Carlos Valenzuela de Constitución y Javier Muñoz de Curicó. Si, también se nos aparece el pasado.
Decía hace un par de líneas que cualquier privado es libre de regalar el premio que se le plazca y premios con o sin sentido. El lado del control, de la mesura y -ya poniéndose a la altura de un alcalde responsable y digno de referencia internacional- de austeridad y sentido público, debe ponerlo el galardonado.
No me cabe duda que debe haber una vidriera llena de valiosas menciones, diplomas y presentes que cada alcalde(sa) o gobernador(a) luce con orgullo por haber sido entregadas en terreno, por quienes directamente ven el trabajo que cada uno puede tener en el barrio, en el barro, en el propio territorio, sin necesidad de voladores de luces de menciones cuestionadas. Menos aún con el gasto de recursos públicos (dinero y el también valioso tiempo) del premiado e incluso de comitiva para una recepción acorde…
No se llega a ser alcalde o concejal siendo ingenuo, pero ver la reacción de los representantes y la necesidad de creer parece ser poderosa. Vean este video por favor. En momentos de posverdad, ojo con la ingenuidad. Por que… estamos hablando de ingenuidad, cierto?.
Quiero pensar que si, que hay ingenuidad y no sólo el deseo de pasar un gran momento a costa del erario público, como antaño, amparado en un seminario de Gobierno Responsable (SIC).
Bonus Track: La ruta de la revista
Una prestigiosa revista local coincidió con la ruta del premio:
21 de junio de 2018: Revista en Aeropuerto Arturo Merino Benitez (CL)
21 de junio de 2018: Revista en Salon Vip Travel Lounge (CL)
23 de junio de 2018: Revista en Hotel Camino Real Polanco México (intersección en premio!, MX)
23 de junio de 2018: Revista en Hotel Radisson Perisur (MX)
23 de junio de 2018: Revista en Radisson Paraiso Hotel Mexico City (MX)
La revista debe haberse quedado por allá.
La foto. En este caso la imagen corresponde a uno de los tantos únicos premiados.
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