Con un poco más de claridad acerca de quienes aspiran a convertirse en senador, diputado o consejero regional, podemos comenzar a categorizar al set de candidatos y, en efecto, hay candidatos poco conocidos en el Maule o de plano foráneos. Esto, en una región conservadora, acostumbrada a votar por los de siempre y con candidatos notables perdidos en elecciones pasadas a cambio de otros que les cuesta hacer la “o” con una taza, abre otra vez la disputa entre “los locales” versus “los turistas”. No es mi interés hacer una defensa a los candidatos turistas, sino concentrarme en los locales.
Hay un espejismo asociado a que si el candidato es local es garantía de algo. El ser local o no, no es garantía de nada. De hecho, la localía es también una construcción que otros han hecho en el pasado, posicionándose en el ojo pero sin lograr zafar de ese supuesto pecado de no haber sido parido en una región o no. De hecho, en el absurdo maulino, los talquinos probablemente no votarán por un curicano o los curicanos no votarían por un linarense, aún cuando opten a una senaturía que tiene cobertura geográfica como circunscripción al Maule en su conjunto.
Pero más allá de eso hay un par de problemillas: la performance y el prontuario. Me refiero a la performance, ya que las mejores posibilidades por la máquina instalada y distribuida la tienen los representantes actuales, lo que requerirá la necesaria revisión de los ilustrados votantes. Vivir en el Maule no mejorará la performance. Peor aún, en el caso de los de siempre en el Congreso, lo deseable sería que retribuyeran la sabrosa dieta legislando en Valparaíso en vez de aparecer reaccionando en una inundación o moviendo palas nuevas para la foto. Quepa recordar que al menos en Senadores actuales, ninguno es nacido y criado con ulpo maulino.
Queda un pendiente, el temita del prontuario. Decíamos que ser local no asegura nada más que ser local. No asegura tampoco el “conocer la realidad” local o conocer “los problemas reales”, como lo vemos día a día en las calles de maulinos que no parten siquiera por respetar el entorno cercano, desde botar colillas en el piso hasta avivándose con líneas de edificación…, nuevamente, ser local no asegura nada. Bien, al menos no son candidatos ni representantes. Pero más grave que eso, es el conocer el prontuario propio, ser local y osar volver a competir. Cuando me refiero a prontuario no me refiero a un eufemismo, me refiero literalmente a un prontuario. ¿Por ser local debemos votar por alguien que incluso haya cometido delitos?. Póngale ojo a su candidato.
Parece ser relevante volver a repasar la lista de los aspirantes una vez depurada por Servel. Mientras, motivémonos a revisar los parámetros que utilizaremos para dejar fuera a unos o recategorizar a otros.
Acerca de la imagen. En la imagen aparece uno de los tantos vertederos maulinos ilegales, en este caso de San Javier. Ser maulino tampoco es garantía de nada.
Via ElAmaule.
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