Desde hace unos días está circulando una nota por Curicó. A la fecha, ha sido compartida más de 1.000 veces. La nota es esperanzadora y muestra que como decía ese señor en oriente, para cambiar el mundo se debe partir por casa. Curicanos que sin mediar elección, sin recibir remuneración, probablemente sin militar y sin publicidad demuestran que es posible mejorar el espacio público, la polis, la agrópolis. Todo esto, en un momento en donde la podredumbre campea en el máximo foro público, el concejo. Esperanza para un mañana.
Noticias Curicanas
Por Américo Reyes Vera
Cada mediodía vemos frente a Rodríguez 747 a un grupo de pordioseros que van siendo llamados de dos en dos a almorzar, invitados por el dueño del conocido local “Los Ricos Pobres”. No se les cobra ni un peso por la comida, amén de ser tratados con amabilidad y respeto.
En Mónica Donoso 510 existe una peluquería en la que don Roberto, su dueño, hace lo imposible para que sus clientes no le paguen. A veces al cliente se le devuelve el dinero y es el mismo don Roberto quien insiste que vuelva, que si se necesita de sus servicios y ande “corto de plata” que “no se preocupe, que para eso estamos”.
En Rodríguez 979, esquina con Sargento Aldea, se ubica la tienda de pinturas “Javiera”, atendida por un grupo de muchachos que se la pasan todo el día entonando música andina, a todo pulmón, dejando de cantar sólo si ingresa algún cliente.
Y es el Abujón, nuestro artista y grafitero, el que colorea y alegra los muros de Curicó, aunque muchas veces no le paguen ni uno.
A mi lugar de trabajo en las plastificaciones fuera de la Muni aparece de tanto en tanto una abuelita que me regala un puñado de dulces y se ha sabido que hay un poeta que busca a los vagabundos que recorren las calles de la ciudad para “mojarles la manito” con alguna moneda.
Me consta que mi amiga Cyntia Lemus recoge perritos abandonados, que si son hembras, las esteriliza, las cura y alimenta y no queda tranquila hasta encontrarles un hogar definitivo.
Debe haber otra gente en Curicó que desencadena su nobleza y altruismo, gente como cualquiera de nosotros, que tiene pifias y comete errores, sin duda, pero que se dan el tiempo para embellecer el mundo con sus gestos, y como sé que los hechos que narro no le interesan a ningún medio comunicacional porque no son noticia, no venden, yo he querido publicarlos en mi muro, porque por este tipo de actitudes es que todavía podemos albergar en nuestros corazones la Esperanza… en un mundo que vemos desmoronarse día a día.
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