Ayer estuvo en Curicó la Ministra del Medio Ambiente. La visita incluyó la inauguración de una Central de Monitoreo al interior del Cementerio de la ciudad. Según el Diario Familiar™, expresó que “para lograr una buena calidad del aire necesitamos tener estaciones de monitoreo continuas, lo que permite reportar en línea a un sistema central donde los datos serán analizados”. Por su parte el Seremi de Salud -no la de Medio Ambiente- agregó que “esta [estación] permitirá adoptar medidas de un día para otro, además se transparentará la calidad del aire hacia la comunidad”.
Tener datos nunca estará de más y es clave en cuanto a posibilitar la toma de decisiones informadas. Algo muy distinto es tomar decisiones en base a estos datos.
El don de la observación
No necesitamos pluviómetro para saber que llueve, es evidente. No necesitamos un sismógrafo para saber que tiembla, es evidente. No necesitamos una estación de monitoreo como para darnos cuenta de la contaminación existente en la ciudad. A pesar de que defenderé la opción de manejar más datos, agregar nuevas estaciones de monitoreo y de exponerlos a la comunidad de forma directa inclusive, tenerlos no es suficiente y se deben tomar decisiones.
¿Habrá notado la señora ministra por simple inspección, la calidad actual del aire?. Si se quedó por más de un día podría haber notado las noches londinenses que aparecen en el intento por evadir el intenso frio. Entonces, ¿qué hacemos?. Quizá una explicación sea que el precio motiva a tener como fuente de calor la emanada por la combustión de leña, versus el gas, electricidad, oleos, parafina, etc. Maslow diría que está en el área de las necesidades de sobrevivencia incluso. ¿Cómo cambiar esta práctica?
¿A qué decisión de un día para otro se referirá el Seremi?, ¿Restricción vehicular? parece absurdo. ¿Pedir que no se use leña?, ¿restricción por número de dirección?, ¿”todas las casas que terminen con numeros 6 y 7 no podrán prender su salamandra“? también parece absurdo. En la misma línea, en lo que al parecer fue el evento del día, ya se están subiendo al carro a pedir ordenanzas municipales para adoctrinar al vecindario.
Calefactor nuevo
Ok, habrá un megaprograma de recambio de calefactores. Se repartirán 700 calefactores entre 180.000 habitantes de Curicó. Suponiendo familias de 10 habitantes sólo faltarán 17.300 calefactores. Por cierto, no se expone en ningún sagaz medio las condiciones para ser uno de los 700 selectos. Ojalá no sea como un “operativo de entrega de lentes“.
¿Dónde veo los datos?
Olvidaba señalar que Curicó contaba con señales de monitoreo: la Estación El Boldo (2008) y la Estación Universidad de Los Lagos. Al parecer no fue la primera central. Por cierto, dejo abierto el punto acerca del emplazamiento de la central actual y su pertinencia. También dejo abierto el de las “otras” emanaciones que nunca se tocan.
Ayer consulté a un concejal acerca de dónde estarían los datos y me envió al sitio genérico del ministerio. Si quieres revisar los datos de la estación y hacer cosas como, por ejemplo, comparar nuestros números con el promedio la famosa estación del contaminado Pudahuel en Material Particulado Fino (MP 2,5), puedes verlos acá.
Ahora, ¿qué hacemos?
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Yo le pregunté por las demás emisiones de quemas e industrias de la zona, pero el alcalde insistió reiteradamente en que un 80% proviene de la leña que se quema en la ciudad.
Si bien me parecen pertinentes tus -siempre- acertados comentarios, tengo algunas consideraciones:
– Creo que la “subida al carro” con las ordenanzas municipales, si bien suena populista pensando en tiempos de pre-elecciones es una buena medida siempre que vaya dirigida en la dirección correcta. No se trata de fiscalizar las casas y la leña que usan pues sería una… a ver como lo digo.. una ridiculez. Se debe controlar la oferta y no la demanda, es decir, empadronar y crear un registro con los vendedores de leña. No todos los días se talan árboles y se hacen leña.
– Por otra parte, quizás no es tan descabellada la idea de implementar un sistema de “restricción vehicular” en la ciudad; se apoyaría el trabajo de descontaminación ambiental (aire) y se aliviaría en parte el tránsito dado el crecimiento sostenido del parque automotriz.
– No sabía lo de los calefactores. Mejor omitiré comentarios.
– Para muchos, así como para mi también lo fue, es una sorpresa saber que ya existían 2 estaciones de monitoreo del aire en la ciudad. Revisando los datos, de carga manual y desactualizados, podrían generarse las condiciones para recuperarlas y ser un real instrumento para la generación de políticas públicas para Curicó.
Finalmente, decir que acompañando todo lo anterior debe ir una eficiente campaña publicitaria del uso y efectos del uso de leña. Con eficiente quiero decir que se privilegie la información y el objetivo de la campaña y no el rostro de la autoridad.
Andrea, intentaré pedir el informe en donde aparece ese 80%. Obviamente no aparece en Curicó.cl. Tengo la “intuición ilustrada” de que es parte de las creencias y no de un estudio formal.
Rodrigo, mi punto es que es particularmente difícil ir contra una necesidad de sobrevivencia, sobre todo con un argumento de alto nivel sin tener una alternativa BBB.
El problema es viejo, recuerdo que ya durante la básica algunos profesores futuristas comentaban cómo se iba formando una capa de niebla visible desde el Cerro. Nuevamente, simple inspección. Se suma a esto las mediciones de las dos estaciones anteriores y las decisiones que se tomaron -ninguna- respecto a este problema.
Lo de la restricción vehicular me parece un santiaguismo de parte del Seremi, ya que el impacto de la medida intuyo que sería bajo. En todo caso estoy de acuerdo con disminuir el parque automotriz o al menos optar por dar el ancho del nombre que nos gusta arrogarnos: la ciudad ciclista. Ver algunas ideas en http://duam.me ;-)
Saludos!