Hoy en Antofagasta se realiza una reunión de la Confech (no hay link), organismo, entidad, grupo, conjunto que reúne a las federaciones de estudiantes de Chile (restar privadas et al). Como ya saben, presido una de las federaciones que participan en Confech, mas, por motivos diversos no asistiré. Miro con bastantes reparos a este conjunto, pero creo que aun tiene en si la oportunidad de ser una organización realmente gravitante ““ no por la fuerza, sino que por la razón- a pesar de los personalismos hacen que día a día sea mas difícil de tocar.
El día de hoy imagino que será de anuncios por parte del vocero Confech de este periodo (el vocero entre una Confech y otra es el presidente de la ultima federación anfitriona) orientados a la posición frente al movimiento estudiantil secundario. Uno de los reparos de la organización es el alto grado de politización de sus integrantes, quienes serían capaces de rebatirme este argumento luego de horas y horas de alta retórica refleja de la cual Pavlov estaría orgulloso. Desde ahí, la mirada al movimiento secundario preveo que será de amplio apoyo, activo como pasivo, pero ya entrendo de lleno a un tema del que los universitarios, como actor dentro del medio educacional no debemos restarnos. Claro, la distinción estará en saber cual será la medida de aquella participación.
Durante este tiempo de movilizaciones, durante todas sus fases, desde un repudio público al aplauso público se ha comparado ampliamente con lo que el movimiento universitario ha hecho, sin embargo, pienso que no se ha detenido a analizar cuales son las diferencias entre ambos movimientos. Paso a bosquejar algunas.
Los profes de la u, independiente del nivel de conciencia que tengan del movimiento, no se entrometen para brindar apoyo, no al menos al nivel en que algunos lo han hecho, incluso pensando/actuando en salir a la calle.
Los apoderados. Mis papas no van a justificarme cuando no voy a la u. Dejándose de bromas, los padres tienen menos influencia directa en la u o en el sistema de la u que lo que tienen apoderados de un colegio. Por lo mismo, la opinión pública ve con simpatía como “los niños” van organizándose y comenzando a participar del mundo, un mundo del cual antes solo se quedaban en el consumir mekano.
Los alumnos. La diferencia de edades muestra diferencia de intereses, de actitudes, de redes y de aspiraciones. Las ocupaciones también son distintas, el desgaste y el “sentido de vida” es diferente. Muchos de nosotros nos hemos cuestionado el no haber aprovechado un poco mas aquella etapa de vida, por lo simple, por lo alejada de un gran esfuerzo y por
Los colegios. Usualmente ubicado con todas sus dependencias en un solo lugar, es caldo de cultivo para amistad y cohesión, cosa que a veces se logra dentro de la u, pero en menor cantidad, salvo carreras o facultades en particular. El espacio también tiene una mística distinta la que es fomentada por el comportamiento, no se si cómplice, pero el comportamiento mas familiar por parte de los profesores, directivos, etc.
En fin, las diferencias están a la vista. Ustedes ven otras?
“Ceux qui font les révolutions à moitié ne font que se creuser un tombeau.“
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