Curicó Unido Versus O’Higgins: más allá de la cancha

Como habrán visto, en el último partido entre Curicó Unido y O”Higgins fueron desplegadas algunas hojas con la leyenda “trajeron las carrozas”, lo que en el contexto del trágico episodio de muerte de barristas del cuadro rival, no daba espacio para interpretaciones adicionales. Ah!, también había un ataúd. Desde luego esta situación trascendió al estadio convirtiéndose desde luego en un repudiable hecho.

Una vez conocido el hecho el día del partido, la diarrea verbal no se dejó esperar de parte de hinchas -tanto o más básicos que los generadores- que desataron toda su ira no sólo contra el equipo curicano sino contra toda la comunidad local. Muchos de ellos luego de darle una vuelta al tema pidieron disculpas y acotaron su esperable molestia contra la parte de la barra.

No es nueva la violencia en los estadios. Tanto dentro como fuera, sigue existiendo la violencia incluso en paralelo. Por esto, parece raro que durante el juego el propio árbitro no hubiese suspendido el encuentro viendo esta situación (1 de 4 árbitros pudo ver…). En segunda línea -por lo complejo de no conocer la intencionalidad- queda la responsabilidad del control policial, al que uno de los responsables intenta asignar responsabilidad de no prever que se desplegaría el mensaje con su “metimos las letras en un block, es culpa de Carabineros“.

Aparecen los “responsables”
Bajo petición de anonimato, apareció la pareja de supuestos responsables apelando a que fueron mal interpretados, que no pedirán disculpas al equipo (¿?) y que la policía debió quitarles los implementos usados para la fechoría. Sólo en Chile. Tal parece que nos estamos acostumbrando a la impunidad.

Hay sólo 2 opciones. Que el despliegue coordinado hubiese sido a un equipo con accidente previo o bien, uno sin tal episodio anterior. Desde luego la intencionalidad está en el centro y sigue en el espacio de la duda, ya que la barra o parte de ella tiene barras adversarias con las que mantienen incluso mayor fricción (por ejemplo Rangers de Talca, Provincial Osorno, etc.) lo que desde luego sería esperable con equipos de la misma división (recordar que O’Higgins está en 1ra) aunque sin este nivel de agresión.

Consistente con lo anterior, el asunto de amenazas cruzadas en facebook, foros y otros sitios es -lamentablemente- parte usual de contexto entre barras. “Trato especial” en estas condiciones parece al menos raro.

Las declaraciones y comunicados
Curicó Unido emitió un comunicado en donde entregan las disculpas y asumen la espera a que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional emita un veredicto en donde lo menos que podría pasar es impedir la entrada a los creativos, con extremos de multas al club. Todo bien hasta que intentan decir que no son hinchas y que por como actuaron no son curicanos. En Curicó hay de todo, no obstante esta situación ha concitado el repudio generalizado de la comunidad, no obstante es un tanto inatingente abrir esta puerta de superioridad moral. Para ser un club de fútbol profesional debiesen de tener asesoría en comunicaciones. Si un comunicado viene con errores de forma y redacción, mal podríamos esperar una estrategia. Bien por las disculpas y por reconocer la amistad deportiva y cívica con Rancagua.

El comunicado de la barra diverge con el comunicado del club. No obstante también entregar las disculpas por el daño ocasionado, en ningún momento se señala que los responsables no pertenezcan a la barra. Lo que si reconocen, fue que la confección de la pancarta fue realizada por un(a) ente externo(a) a la barra. Aducen la reacción, a la agresividad que durante la semana se acumuló en redes sociales entre ambos equipos -en donde hubo hasta amenazas de muerte- lo que habría llevado a la creación de carteles y luego a “una mala interpretación”. A diferencia de lo que apareció en Radio Condell -2 personas exponiendo el hecho- exponen que sólo habría sido uno el implicado y que él habría explicado la situación a la directiva de la barra. Finaliza -en negrita- exponiendo que no se hacen responsables del hecho. Oportunidad desaprovechada para haber subrayado el interés de fondo de la barra, que es en realidad el de apoyar al albirrojo.

Pasando al siguiente nivel, el Alcalde de Rancagua Eduardo Soto (UDI) pide a que su par de Curicó que se pronuncie repudiando el hecho. No quiero ahondar sobre este punto ya que todos entendemos que si bien una comunidad siente una pérdida de esta especie, también las tragedias suelen ser utilizadas con objetivos ajenos al dolor que compromete a la comunidad y cada una de las familias rancagüinas dolientes.

La puerta del gato
La puerta de salida de todo este entuerto es clara: exponer la solidaridad con las familias que se vieron afectadas y esperar la sanción de la ANFP. Repudiar el actuar irracional y convocar a tener en el centro al equipo y no a la barra adversaria. El comunicado del representante de la comunidad -Alcalde- podría simplemente acoger el sentir de la comunidad en cuanto a repudiar el hecho y mantener la relación amistosa entre ambas ciudades.

Sumado a esto, llamaría a parar el cahuin en que están convirtiendo el tema los sedientos de sangre de siempre y, por parte del club, tomar una asesoría de comunicaciones urgente que apoye a abordar la situación.

Actualización 25 de Julio

Finalmente y como aconseja la cordura, desde la alcaldía de Curicó se envió la respectiva carta abierta al edil rancagüino.

Sr. Eduardo Soto
Alcalde de Rancagua

Junto con saludarle y haciendo alusión a su carta enviada, manifiesto a usted y su comunidad, que estamos profundamente dolidos y sorprendidos con la actitud tomada por parte de un sector minoritario de hinchas que no pertenecen a la Barra Marginales, según la declaración pública de estos mismos. Vivimos en una Ciudad donde nos caracterizamos por decir que “Nadie Es Forastero”, Ciudad que recibe con los brazos abiertos, en una tierra de gente esforzada y trabajadora con espíritu solidario y empáticos. Lo sucedido en el Estadio La Granja por este grupo aislado de hinchas, no representa el sentir de la Ciudad ni mucho menos de los Curicanos y adherentes a este club que por años ha dado tantas satisfacciones. Siempre hemos repudiado los actos de violencia, manifestaciones hirientes o discriminación de cualquier índole, solidarizamos con vuestro dolor en su momento y así lo hicimos saber por distintos medios.

Hoy como Alcalde de la Comuna de Curicó, me toca ser la voz de los miles de Ciudadanos que se ven avergonzados y afectados por lo ocurrido el fin de semana en el Estadio La Granja, quienes manifestaron de distintas maneras el profundo dolor que sintieron al ver estas impactantes imágenes del accidente ocurrido en Tomé; tanto en los medios informativos como en las redes sociales.

En lo personal como socio, hincha y Curicano, soy y seré siempre un defensor del deporte, aquel deporte que trasciende todo tipo de ideologías, que nos une en tantas ocasiones en un mismo color y sentir, aquella pasión que estos hinchas celestes se llevaron al cielo de su mismo color, aquella satisfacción de ver que el simple hecho de un triunfo llene nuestras caras de sonrisas y queremos que ésta pueda brotar el día de mañana en los rostros acongojados que recordaron aquel nueve de febrero.

Reciban ustedes amigos Rancagüinos un fraternal abrazo de ánimo y respeto, en especial a las 16 familias afectadas. Sepan que seguiremos luchando por vivir en una patria donde prime el respeto y la unidad de cada uno de sus habitantes.

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