La fe de Provoste

Yasna Provoste, Ministra de Educación desde la salida de Martín Zilic -quien dejó su cargo entre otros por no prever/aplacar/negociar al movimiento pingüino– y hasta hace unos días en donde pusieron pausa en su rol, hoy ha visitado en compañía de un contingente político el Santuario del Padre Alberto Hurtado.

La fe en que hace un par de días saldría victoriosa de aquella Cámara de Diputados, la expresó sólida haciendo un ingreso magistral por el frontis del Congreso Nacional, pudiendo hacerlo por el estacionamiento del recinto, como lo hace la mayor parte de los que allí asisten. Quizá, al igual que antaño, previó un espacio sin los mercaderes del templo, un escenario quizá ideal, del que ya ha dejado de ser la inmaculada ágora democrática o que, en definitiva, nunca lo ha sido.

Balmaceda lo vivió en carne propia. Allende quiso negarse la realidad. En una República, con poderes divididos y donde unos desean mas poder que su cuerpo colegiado vecino, la disputa de quien tiene la última palabra ha sido una constante, salvo por excepciones que de tanto vencer una y otra vez han sido tildados de reyes, tiranos o dictadores (y hablo de periodos democráticos). Con esa mano y en vista de no tener capacidad de negociación, la definición entre un sistema presidencialista v/s uno parlamentarista, es al menos uno de los tintes que Provoste intenta colorear o al menos pretendió colorear antes de apelar a la santísima trinidad. Y bueno, los chicos binominales en pro de lograr ganar aquella batalla son capaces hasta de arriesgar la vida y llegar en ambulancia para votar, algo que obviamente en periodo de legislatura habitual nunca hacen. La ciudadanía siempre puede esperar. Puede esperar por un sistema representativo, puede esperar por que ellos ya nos consideren lo suficientemente “responsables” para poder elegir y en definitiva, puede esperar a tener representantes de la ciudadanía y no de uno o unos senadores y partidos que les diga que tienen que hacer y cuando. Si, el cupo y la consiguiente dieta debe valerlo para ceder la voluntad. Perderse la oportunidad de infringir castigo al ejecutivo, no puede esperar.

Entonces ¿que poder hacer en vista de esta hueste de desalmados atacando a una mujer? obviamente lograr un capital político suficiente primero para asegurar una elección independiente de que pasen 5 años sin poder acceder por ley a algún puesto público -como el de senadora por una región del norte- o al menos hasta que un milagro del San Alberto Hurtado la salve de la venganza prometida de quienes le declaran a él su ferviente ejemplo de fe y vida, aunque en vista del tiempo, lo más recomendable sea apelar a San Expedito.

Los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos. Esta acusación y eventual destitución puede desencadenar nuevos escenarios aun más interesantes. El de más corto plazo es el de la TNE y consiguientes manifestaciones de la Confech por aquel pase que aun no funciona en regiones al menos. Notar que sospechosamente, el pase escolar del año pasado sirve hasta el 30 de mayo -si, luego del 21 de mayo- mientras que debió haber estado desde el ingreso al semestre otoño. Ojo con ese problema, que puede venirse ante las manos de una Provoste recién salida de la UTI o de un recien consagrado ministro. ¿Qué sucederá si este nuevo pase escolar debe tener decisiones del actual Ministro pro tempore, que ahora tiene que articular lo que a educación, transportes y telecomunicaciones se refiere?

En el largo plazo y si las patadas en el suelo son efectivas, esto podría traer consigo el consiguiente cobro de cuentas por parte de la ciudadanía para el aviático candidato. Como nos decían cuando chicos, los amigos de mis amigos son mis amigos. Por simple asociatividad, si continúan con su manifiesta disposición carroñera, los amigos de los amigos del candidato emprendedor podrían ser los enemigos de los votantes, ya que mal que mal, lo que se espera son propuestas de un futuro, ojala “lindo” y no una tropa de alados disfrutando de la carne de los que caen.

La fe de Yasna está siendo probada. Quizá el Padre Hurtado no sea suficiente.

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