Como era de prever, varios colegios en Chile han comenzado a modificar sus reglamentos internos luego de algunos escándalos que se han desencadenado por la facilidad de generación de contenido propio que dan los nuevos dispositivos y su integración con la web. La palabra prohibir ha aparecido también al debate ya que “es inconcebible” que en blogs o fotologs los estudiantes se excedan en el contenido creado.
En cierto punto apoyo la regulación ya que no me parece ni racional ni social denigrar a estudiantes o levantar fotos/videos en donde los abusones hagan de las suyas. Por otra parte, también me parece una medida facilista de enfrentar el problema.
Los blogs sin duda pueden aportar en el ejercicio de ciudadanía de quienes se encuentran en la enseñanza básica o media, en donde la educación cívica definitivamente tiende a cero. Sin duda el uso que se le de, reflejará la formación individual, pero también y quizá mucho más importante, cual es la relación de los estudiantes con otros. Nuevamente la culpa no la tendrán completamente los estudiantes, sino el entorno, partiendo por los señores padres y apoderados, continuando por una sociedad que día a día se basa más en la imagen y en la masividad, en donde los estudiantes ya han encontrado formas de distinguirse ““muchas de ellas poco dignas.
Internet no tiene la culpa.
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No busquemos culpables. Lo que cuesta hacer ahora es buscar concienciar a esas nóveles mentes de que hacerse destacar de esa manera y a la vez usar internet con esas intenciones no hace nada. Hay que reformularles que las nuevas tecnologías se aplican para forjarlos de bien, no para denigrarlos.