Acá en Chile luego del hiper citado acuerdo entre el Ministerio de Economía y la empresa Microsoft -les suena?- aparece un tema de fondo en cuanto a lo que el desarrollo de nuestro país necesita o aspira, que es el como. En este caso, entendemos que la tecnología y las practicas tecnológicas pueden incidir dentro de este desarrollo y en donde podemos ver dos opciones claras en cuanto a lo que se refiere en particular al software. Estos dos post van enfocados al concepto de Software Libre, el que dividiré para conquistar, en esta ocasión, me dedicaré a la primera parte: el software.
El Software
Una definición posible según la enciclopedia social, es “la suma total de los programas de cómputo, procedimientos, reglas documentación y datos asociados que forman parte de las operaciones de un sistema de cómputo”. El software, aquello que no podemos tocar, va desde aplicaciones de ocio hasta singulares aplicaciones de alta precisión que en cada línea de código se juegan la vida de humanos (aeropuertos, minería, medicina, etc.). Esto nos lleva a entender cuan importante es el software en nuestra vida y cuan dependiente de él somos. Tú lees esto gracias a un software. Quizá la próxima llamada de tu teléfono móvil te haga apreciar más el trabajo que hay detrás de las aplicaciones que debe tener tu teléfono para contestar.
Distinciones relevantes
En el desarrollo de estas fundamentales obras humanas, son distinguibles dos ramas de desarrollo: Software Libre y Software Propietario, las que difieren conceptualmente entre si en varios puntos, entre ellos y de alta relevancia está la libertad, de la que me referiré en un post siguiente.
Una analogía frecuentemente utilizada es la que diferencia al desarrollo Catedral v/s Bazar enunciada por Eric S. Raymond.
La construcción de catedrales se basa en grupos cerrados de constructores, quienes siendo portadores de un secreto, trabajan ordenadamente en pos de un objetivo claro y cuyas obras no pueden modificarse por quienes no pertenezcan al gremio. Se asocia este estilo Catedral a aquellas empresas que desarrollan software de modo cerrado, manteniendo el secreto que solo es liberado para la venta, sometiendo a las penas del infierno a quienes copien, distribuyan o realicen cualquier tipo de modificación sin el consentimiento legal. Es decir, el software no puede evolucionar o mutar sino por trabajo de un equipo cerrado. Este modelo se asocia al Software Propietario.
El caos ordenado
Contrario al modelo Catedral, el modelo del Bazar asemeja aquel caos que emerge de una topología más distribuida, del grito y desorden que logra evolución en base a colaboración directa o indirecta de quienes interactúan en el bazar. La apertura le da el valor de evolucionar, sin someter dicha intención al veredicto de unos pocos. El poder -que la Catedral teme perder- no se diluye, sino que se empodera a otros en una espiral que motiva a la multitud a entrar al bazar y continuar colaborando. El software libre, práctica que entre sus puntos contiene la liberación del código de las aplicaciones, pretende desde esa liberación que otros puedan lograr nuevas creaciones. En palabras de Linus Tordvals, uno de los hombres claves en esta cruzada: “libere rápido y a menudo, delegue todo lo que pueda, sea abierto hasta el punto de la promiscuidad”.
El futuro de Chile
Una de las ventajas del software libre frente al software propietario, por ejemplo para un colegio, es asignar los recursos destinados a licencias ““ante la eventualidad de uso de Software Propietario- a otro tipo de actividades académicas o, en el caso del gobierno, a invertir en innovación u otra área de mayor prioridad social.
El software -bien usado- puede ciertamente modificar para bien las practicas de la orgánica estatal y ser de alguna forma una ventaja comparativa en cuanto a lo que a gestión e e-gov se refiere mas, la definición final entre software libre y software propietario hace una diferencia que va mucho más allá del dinero que deberemos cancelar, sino que el marco conceptual para sustentar la eventual decisión, da referencia para otras futuras decisiones relevantes, sobre todo en cuanto a tecnología se refiere.
¿Decidimos optar por depender de un solo oferente? ¿Optaremos por potenciar la inventiva y posibilidad de innovación de las generaciones de desarrolladores locales? ¿Cómo elegiremos la norma de televisión digital y demás decisiones políticas económicas tecnológicas? ¿lobby social v/s lobby corporativo?
La libertad es el punto, y el próximo post.
(390)
De la manera en la cual se planteas esta situación es tan fácil de entender que da un poco de pena el ver como los fondos de las instituciones se van por caminos sin sentido alguno. Creo que las personas al momento de hacer la elección de un software a utilizar no entiende que el software en si no se vende, sino, que uno compra una copia la cual no puede ser modificada, una buena alternativa es decir que uno paga por el derecho de utilizar el software por que nunca podrá ser dueño de el.
Lamentablemente en este momento vivimos en un país que deja mucha información valiosa, de gran poder de alcance, bajo la distribución del boca a boca. Si en algún momento queremos que el software libre tenga un camino mas seguro hacia el crecimiento debemos dejar de seguir manteniendo el sistema “copucha†de transmisión de información y realizar proyectos que ayuden a una comunidad de personas para ganar publicidad y hacer conocido lo que para muchos no es mas que un comentario.
Camilo:
Desde el punto de vista de un gobierno la filosofía detrás del software si es relevante. El hecho de que se use Software Libre o de Código Abierto trae dos ventajas directas, única y exclusivamente gracias a la filosofía detrás de él: confianza sobre el código y bajo (o nulo) costo de licencias.
1) La confianza que te da el software: ¿si sistemas relevantes de un gobierno dependen de software que no puede ser auditado (como la mayoría del software propietario), no se está corriendo un riesgo grande? Alternativas serían a) desarrollar el software en casa b) utilizar software del cual se tenga acceso y cierto control sobre el código. ¿Cuál de las dos alternativas te parecen más viables?
2) El costo de las licencias: hace aprox. dos semanas en un reportaje en La Tercera se menciona que por concepto de licencias el gobierno de Chile paga entre 8 mil y 14 mil millones de pesos al año. ¿Realmente crees que vale la pena utilizar “lo que más se usa y conoce” a ese costo? Sin lugar a dudas, el costo de capacitar a los funcionarios en principio sería alto, pero en el largo plazo sería mucho más sostenible económicamente.
Con respecto al artículo: el modelo”Cathedral” no sólo se asocia al software propietario. Hay muchos proyectos importantes dentro del software libre (en especial dentro de GNU) que siguen este modelo. Si bien Bazaar ha probado ser efectivo, algunas veces las decisiones en comunidad se vuelven lentas y el concepto de “diseño por comunidad” no trae muy buenos resultados, por lo que algunas compañias optan por innovar por dentro y liberar el código una vez que alcanza cierto grado de madurez y generar y fomentar comunidad alrededor de eso (Compiz, Mugshot, etc).
Otros modelos que aparecen en el último tiempo hacen relación a una compañia financiando el desarrollo de un proyecto bajo licencia libre y fomentando una comunidad alrededor de ella. Eso es relativamente nuevo, aunque existe hace ya algunos años. El proyecto más exitoso que siguen este modelo es claramente Ubuntu (por Canonical Ltd.).
Camilo,
El camino a seguir por un gobierno es utilizar formatos abiertos. La importancia de los estandares abiertos radica exactamente en el evitar el problema que mencionas: que entidades esten amarradas a software de un fabricante simplemente por el hecho de ser este fabricante el unico capaz de soportar en un 100% el formato. Al usar un formato abierto, cuya especificacion este disponible y regularizada por una entidad independiente (ojala sin fines de lucro), fabricantes de software, ya sean propietarios o libres, estan en igualdad de condiciones[1] para soportar el formato, por lo que el problema de compatibilidad se soluciona, y las entidades pueden basar sus decisiones en ventajas tecnicas y economicas.
[1] Esa igualdad de condiciones es relativa. Un formato o estandar abierto no necesariamente garantiza la igualdad de condiciones, ya que un formato sobrecomplicado e inconsistente puede causar dolores de cabeza enormes a pequeños equipos de desarrollos — dolores que quizas pueden ser menores para un equipo grande y con recursos practicamente inagotables. Toma por ejemplo el debate actual sobre la adopcion del formato OOXML de Microsoft como un formato abierto por la Comision Europea: la especificacion tiene 6000 paginas, demasiado como para poder soportado completamente en el corto plazo.