La Región del Maule está en los últimos lugares en cuanto a competitividad y conectividad. Si no fuera por la Región de la Araucanía seríamos la última de Chile.
Acabo de ver en el blog de Enrique, su post titulado “Séptima Región ¿Somos de tercera categoría?“ y debo decir que somos la penúltima. A su vez, hace otra pregunta para evaluar, ¿Qué les pasará a los que tienen las responsabilidades políticas de hacer surgir y crecer la región, provincias y comunas que representan?
Durante el periodo de práctica he tenido la oportunidad de sostener conversaciones con los actores implicados en el tema de conectividad y al menos en lo que al cuerpo conformado por seremis se refiere, creo que deja mucho que desear. IMHO, se trabaja por el futuro, lamentablemente solo por el futuro personal, por defender la parcela, con mezquindad, con desconfianza, teniendo en mente como poder optar al siguiente cargo público sin trabajar en el que se tiene en el momento”¦ incluidos intendente y gobernadoras.
Hoy estuve junto a una delegación, en la comuna de Florida, Octava Región, de donde volví alegremente sorprendido. Han implementado una experiencia de conectividad en donde incluso se ha aplicado telemedicina y ya cuentan con planes interesantísimos de aplicabilidad de telefonía IP. La comuna no es multimillonaria ni con recursos de sobra, pero entienden que el corto plazo queda en eso”¦ corto plazo. Las preguntas de vuelta del viaje -con angustia incluida- fueron ¿y por qué no en el Maule? ¿Qué nos falta? ¿Cuál es el papel que le cabe a mi Universidad en el desarrollo de la Región?¿Cuál es el papel que le cabe a los privados en el desarrollo de la Región?.
Es una pérdida de recursos para el sistema médico que toda la gente de localidades rurales -y urbanas también- con preocupaciones de salud, teniendo consultorios y postas, cree cuellos de botella en el sistema pudiendo tener una opinión rápida y confiable sin necesidad de gastos por parte del paciente ni del sistema. También es absurdo que los pacientes al ser trasladados tengan que llevar kilos de historial médico en papel pudiendo establecer una red nacional de salud.
Es angustiante ver como en pleno siglo XXI aun no se alfabetiza digitalmente a algunos niños por no tener redes que soporten dicha alfabetización, tal como es absurdo que aun sigan entregándose libros en papel año tras año. Lo siento librerías y editoriales, pero los tiempos cambian.
Es absurdo que un microempresario deba usar 4 horas del día para poder hacer una transferencia bancaria o trámites que podrían hacerse vía web.
Y así, suma y sigue”¦
¿haremos la diferencia (positiva esta vez)?
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Estoy de acuerdo con el comentario anterior. Estos son los casos en los que los privados tienen que organizarse y hacer lo que el resto no sabe o no quiere hacer.
Mas bien podriamos suponer que quienes estan en el poder, no estan capacitados para comprender las nuevas tecnologias, y temen aprobar una oferta sin las suficientes bases o entendimiento como para garantizar el exito o la culminacion apropiada de cada proyecto; en pocas palabras, temen equivocarse. Los empresarios privados tambien podrian estar en esa situacion, lo que podria ser muy conveniente para las nuevas generaciones de profesionales en el sector. En definitiva, es una posibilidad que deberian considerar las instituciones educativas, y mas concretamente los profesores.