Nuestra propia burbuja naciente: Elecciones 2008.

Hace algunos años atrás, pudimos ver como comenzaron a explotar sobre nuestras cabezas las burbujas que se formaron, inflaron y reventaron a inicios del 2.000 con gran publicidad en la caída de las punto com.

Cuando parecía que toda la ola del dospuntocerismo se saltaba chile ““salvo los early adopters que no fuimos pocos- llegó Facebook y con él algunos han descubierto la pólvora y que acá también existen posibilidades, en particular para algunos, de votos, en el caso de otros, de visitas y de ambos, identidad.

Ya empiezan a aparecer como callampas en la humedad, candidatos por aquí y por allá. Algunos ni saben que están, pero sus asesores se han encargado de usar su nombre y foto por ejemplo en FaceBook. Pero ejercitemos la buena fe e ingenuidad. En el mejor de los casos, la maniobra durará lo que dure la elección ya que al no contar con la convicción de que esta red realmente sirve para algo más que bajar porno, el esfuerzo nuevamente será en si mismo una promesa incumplida.

La nueva burbuja que intentan inflar, se basa en técnicas y prácticas que ya estuvo a disposición del mundo político en las pasadas elecciones y en donde mayormente no se tomó en cuenta a la ciudadanía en aquella oportunidad. Aun no leo totalmente el hecho de que en el último mes hayan comenzado a aparecer en medios tradicionales ““como si Internet y el “ciberactivismo” hubiesen aparecido ayer- columnas con alto contenido del “únanse”, “los ciudadanos tienen el poder”, “ahora si que si” en áreas políticas, ya no en el típico suplemento tecnológico, si es que va quedando alguno.

Pero vamos a lo concreto. Internet no mejorará por si mismo las propuestas, finalmente los candidatos eligen mejorar la oferta, vale decir, tener presencia o incluso, mantener comunicación directa, no da garantías de una mejor oferta. La demanda tampoco es absoluta y libre, al menos a varios los tiene presos el trauma y a otros la melancolía de Estocolmo, la que asegura más de alguna salida de madre pública, ya que, a pesar de que el correo electrónico existe hace rato ““también”“ su efecto, al ser privado, no lo conocemos como si los comentarios que comencemos a ver.

En todo caso, será interesante ver como se desenvuelven ““o sus asesores- en el juego democrático y prácticas que tampoco dominan o entienden.

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