Plebiscitos abiertos y vinculantes en la comarca

Con la nueva idea creativa de la comarca -Globos de Televigilancia- vuelve a reflotar una idea importante, ya usada en varias comunas, pero que siempre se mantiene pendiente: las consultas abiertas y vinculantes. Reflota, como forma de definición acerca de un tema que no queda del todo claro que tenga el mismo nivel de valoración de parte de la calle como de parte de quienes mantienen roles de representación.

El historial
En caso que se llegara a realizar -disculpen mi escepticismo- no sería la primera ocasión en la que la comunidad es consultada a través de un método abierto. Ahora bien, esas experiencias tampoco nos posicionan en el liderato de las definiciones vinculantes o al menos consideradas en definiciones concretas. Veamos un par de ejemplos del último tiempo.

Algunos más que otros, recuerdan con cierta emoción incluso, la convocatoria a pensar en la ciudad durante las jornadas del Plan de Reconstrucción Sustentable de Curicó (PRES Curicó), que definió de forma clara cuáles eran las prioridades de la ciudadanía a través de una votación abierta a la comunidad. A pesar de todas las fases, participación de vecinos, inversión de mecenazgos y una elección abierta, todos sabemos donde terminó el resultado. Más allá de los flashes y millones invertidos la consulta debe estar en algún cajón con todo el material logrado en el proceso.

Mantendremos en cuarentena la encuesta teledirigida desde Talca para ver proyectos futuros en Cerro Condell, tanto porque el resultado fue definido desde Talca -novedad, ojalá que no sólo a través de Google Earth ahora– como por el formato en si (encuesta).

Otra de las consultas, fue la de ciudadano/hijo ilustre, la que nunca entregó el resultado, quedando el 2015 vacante. Y bueh…, en 2015 no había mucho ánimo para jolgorio. El formato podríamos interpretarlo como consulta -llevar propuesta al municipio- la que quedó sin resolver aun cuando los rumores de pasillo decían que no habría sido un ganador, sino una, la afortunada. Afortunada no sólo por la elección como tal, sino por lograr ser la cuarta mujer dentro de -casi- sólo hombres galardonados. Ya estamos a diciembre y entre comer pan de pascua y uno que otro cola de mono, no creo que logren presentar un proceso de características similares, por lo que comenzaría a posicionarse la idea de que “en esos años” no hubo nada ilustre por reconocer. No queda claro si la autoridad logra apreciar la postura ambivalente respecto de las “tradiciones” o quién fácilmente podría eliminar algunas. En fin.

Por donde pasan las ciclovías, los cambios de sentidos de calles, las nuevas veredas a reparar, los cambios o posturas de nombres de calles, la instalación de “esculturas”, qué hacemos con un terreno de regimiento vacante, y otro conjunto de decisiones públicas, en lo público, al parecer sólo pueden pasar por el sacrosanto voto de nuestros esclarecidos representantes.

El problema no es el método
El problema aquí no es la definición o ejecución de un método que como método garantiza sólo un resultado de definir, en este caso, entre algunas opciones. El problema es que se ha mostrado que el método -como puntapié inicial de una definición- no logra un cambio real basado en la definición realizada. Siendo más directo, con la inacción invalidaron el método. Perdón por exponerlo si aún no lo habían notado. Es el concejo municipal en su conjunto, el que se encargó de cargar la balanza hacia el lado de las decisiones de la selecta mesa y no del conjunto de los participantes de las consultas.

A mi juicio, la llave para destrabar esta histórica práctica -de ninguneo de toda definición de la ciudadanía, salvo la que les elige- es la presión que puedan realizar los nuevos integrantes de la mesa tanto para valorar el método, como para dar seguimiento a las definiciones que del método se obtengan. Éste concejo ya no lo logró.

Consultando para decidir uso de tecnología militar en espacio civil Ahora bien, disculpen nuevamente si sumo un elemento de realidad, pero, quien debería comandar este esfuerzo democratizador, de motivar el volver a creer y supervigilar el resultado, debería ser el mismo que de forma unilateral definió ir en nuestra representación a pedir el Globo de Televigilancia a la intendencia hace un par de semanas. Un reelecto decía que apoyaba la idea pero que tarde llegó, mientras otro reelecto pediría que le cierren con portón su pasaje.

Sumado esta voluntad desbalanceada, uno de los encargados de difundir y comunicar el proceso a la ciudadanía, mostrando las diversas posturas en definición y motivar a la participación, en su rol de medio de comunicación, debería ser el mismo que también andaba en la reunión. Comprenderán el alto grado de motivación por abrir este tema a ser definido por la ciudadanía, por sacar la decisión del concejo, por agregar incertidumbre a un “acuerdo”.

Entonces, insisto que la llave la tendrán quienes lleguen a integrar la mesa, los que tendrán sobre sí toda la oposición de los bien conectados que logran “acuerdos” pasando rápido por consejo -sólo de ser necesario- aunque sus definiciones afecten a la comunidad en su conjunto.

La imagen. Se aprecia un panóptico, modelo arquitectónico diseñado para lograr la mejor visual de reclusos con la menor cantidad de recursos posibles. Diseñado por Jeremy Bentham, tenía como uno de sus objetivos que los observados no supieran si los veían o no.

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