Día del Rodeo y argumentos blandengues

En el comunicado difundido por Marco Rodríguez -según informa el Portal Rodeo y Rienda– el diputado Celso Morales propone la institución del Día del Rodeo. A continuación un análisis de su línea argumentativa.

“el Rodeo es una de las tradiciones más arraigadas en nuestro país y el segundo deporte con mayor convocatoria, después del futbol, por lo que lejos de eliminarlo hay que cuidar, promover y destacar nuestras tradiciones”

Esto no se trata de valorar o no las tradiciones. Esto es central si se quiere entender el problema de fondo. La comunidad respeta ciertas tradiciones y eso es una parte del problema. Este hecho -querer un Día del Rodeo- es un argumento político para salir al paso de otro proyecto que se oponía a lo mismo. Es la reacción ante incipientes acciones de prohibición de abuso de animales y de prohibición de rodeos por ordenanza municipal.

Cabe preguntarse, en las lógicas revisionistas -por ejemplo ante cambio de AFP o de la Constitución- de por qué “no se hizo algo en estos 20 o más años”, bien vale preguntarse por qué no se instituyó el Día del Rodeo hace años y cuál sería la necesidad de instituirlo precisamente ahora. ¿Es que no es tan popular como afirma?.

Hay cientas de tradiciones que como humanos hemos sabido parar. otras tantas que aún quedan pendientes por erradicar y otras que sin duda deberían ser tradición. Las empanadas, la chicha, las ramadas, el vino, el ciclismo, las tortas, etc., son tradiciones que antes de 1.500 no teníamos y por lo mismo dan cuenta de que pueden “crearse” tradiciones en Chile. Por el contrario, otras “tradiciones” como las peleas de gallos favorablemente cuentan con prohibición legal desde los 1800. Bien rebatían esto de “no derribar tradiciones” al recordar que una tradición romana daba de comer cristianos a sus leones en el Coliseo.

Acerca de la popularidad, me cabe la duda de sus fuentes.

Acerca del rodeo como fuente de trabajo, en efecto esto es una industria como la que se construye en torno a cualquier actividad de esta especie. No me cabe duda que en torno a la mutilación genital femenina debe haber orfebres que se lucen con la mejor herramienta, la más filosa, manguito de cacho de algo o lo que sea, lo que tampoco valida esa “tradición” aficana. ¿Por ese motivo la OMS debería cesar sus esfuerzos por abolirla? Claro, parece simple cuando esto no pasa en nuestras fronteras.

“tenemos la convicción de que al instaurar el Día Nacional del Rodeo, estamos cumpliendo con un anhelo mayoritario de chilenos que aman y quieren esta actividad y la quieren cuidar”

¿Quién define el anhelo mayoritario? ¿Esto se dice en base a consulta a los supuestos representantes durante la hora de almuerzo en el Congreso? Podemos dejarlo en la duda o, mejor aún, podríamos plebiscitarlo entre los tantos pendientes por plebiscitar que tenemos.

“este reconocimiento otorga el debido nivel a un deporte que se preocupa de combinar el cuidado de los animales con la idea de mantener vivas nuestras tradiciones”

¿Es una broma?

“este es un deporte con muchos cultores ya que la Federación Nacional de Rodeo cuenta actualmente con 241 Clubes, desde Arica hasta Punta Arenas, 33 Asociaciones y 8.200 socios inscritos. La temporada anual de Rodeos realiza un promedio de 300 eventos al año y asisten unas 450.000 personas al año”

La información que entrega la  Federación Nacional de Rodeo, difiere con esta cifras . Por lo demás, corregiría lo de Punta Arenas, ya que al menos en la lista de la Fenaro no se consideraría ninguno del sur profundo. Aquí es donde alguien dice “pero si en Punta Arenas hay Clubes de Rodeo”, efectivamente, pero la asociación no da cuenta de su pertenencia y en rigor la afirmación no es correcta. Alguien en FJG no está haciendo bien su trabajo.

Lo realmente preocupante
Ahora, acerca del rodeo y el “consenso” que logra entre algunos representantes -varios del Maule- quepa cuestionarnos ese gusto por ver apalear a un animal a costa de otros dos. El que la vaca no necesariamente muera en la media luna no implica que no tenga ribetes tanto o más sangrientos que los vistos en una Plaza de Toros. Cualquiera en su sano juicio y con algo de conocimiento de física comprenderá lo que pueden hacer unos cientos de kilos cayendo sobre otro de menor tamaño.

En la comarca lamentablemente se ve hasta con cierta emoción al Rodeo. Como decía hace unos años, se llega al nivel de poner frente a un Papa a una escena de Rodeo. Podrá haber habilidad, preparación, industria, todo lo que se quiera, pero va siendo tiempo de darnos cuenta que esto se escapa a toda racionalidad, más aún, a la racionalidad que se esperaría de representantes en un Congreso Nacional.

Esta discusión no se detendrá, menos estando ad portas de sedtiembre por una parte y sabiendo el potencial de lobby que tiene la industria del rodeo, por otra. Familias vinosas, dueños de medios, pseudorepresentantes y otros son asiduos aportantes a esta industria que debe mover varios cientos de millones al año entre compra venta de caballos, entrenadores, maquinarias, vestimenta, merchandising, en fin.

Antes de sacar la Huasito Parronino
Antes de los argumentos típicos que se esgrimirán, queda abierta la puerta a que se pueda convertir esa sincronía entre hombre-animal en otro método que no tenga una víctima de por medio y que pueda brindarles tanta o más entretención a los ejecutantes y asistentes. Cientos de países no andan golpeando animales para entretenerse y lo logran. Ojalá logren distinguir que lo importante es que tienen la oportunidad de crear nuevas tradiciones que armonicen y valoren a la naturaleza en su conjunto, sin víctimas ni apologías a la violencia.

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