“¿De qué sirven los diputados? ¿De qué sirven los senadores?”… y los concejales?

Quizá ya vieron el video de la nueva funa hospitalaria. En ella, durante una conferencia de prensa acerca del permanente inicio de la construcción del hospital -aún pendiente- y jugando el juego de la preguntas de los medios -realmente indiferentes al hecho- una señora pregunta “¿De qué sirven los diputados? ¿De qué sirven los senadores?” en presencia del Diputado León en el set además de un conjunto de Consejeros Regionales que parecen disfrutar que la pregunta no va para ellos, aún cuando son responsables centrales de estos 6 años. Revisando, Hugo Rey hábilmente se escapa de la escena.

El juego de la “ejecutividad” tiene esta ingrata trampa: el hacer creer que la labor legislativa realmente es ejecutiva, exige tarde o temprano la definición real de algo que no es, en este caso, ser ejecutor y no legislador. Puede un diputado o un senador tomar acciones del poder ejecutivo: no; eso le compete al poder ejecutivo lo que en una república con poderes independientes no es posible. Las canchas de fútbol, las sedes sociales, el pavimento, las llaves entregadas, son espejismo de una supuesta ejecución de quienes hemos elegido para legislar. Si, por si no lo recordaba o si lamentablemente no tuvo Educación Cívica, los diputados y senadores son legisladores, no ejecutores.

Por si no queda claro, es como el policía en el incendio. Efectivamente, el policía puede apoyar en un incendio, pero estaremos en el peor de los mundos si el policía intenta ser permanentemente bombero o hacerle creer eso a la ciudadanía. Policías son policías, bomberos son bomberos.

¿Qué dirán los diputados y senadores a la señora que hace la consulta?¿”No deberíamos haber ofertado acciones que le competen a otro poder del Estado”?¿”No depende realmente de nosotros pero nos gusta aparecer en la prensa”?¿”si, ya van 6 años pero nos comprometemos a lograrlo ahora si”?

Cabe recordar, como siempre, que además tienen una importantísima función además de legislar: fiscalizar. Fiscalizar, si, fiscalizar. Si ya vieron algunas de las entregas de este blog ya conocerán del caso de los Concejales Viajeros, pues bien, episodios como esos pasan efectivamente por no fiscalizar. ¿Podremos pensar que, en lo que se las dan de ejecutores, se desconcentran de una de sus responsabilidades fundamentales? Ojalá fuera eso, pero sabemos que realmente el problema de fondo es un conflicto de interés que a nadie sorprende (Ej.: diputado fiscalizador paga a concejal fiscalizado, senador paga a concejal fiscalizado, etc.,lo que RTL y DLP nunca dirán ¿le fiscalizarán?).

La máquina completa se sustenta en base a la capilaridad del sistema, es por este motivo la importancia de octubre. Un alcalde hoy, puede proyectar a un diputado o senador mañana. Este es uno de los motivos de la importancia de octubre. No deje de tenerlo en mente.

Y, ¿de qué sirven los concejales?
A meses de haber confesado, el concejal Canales (UDI) aún no renuncia, persiste.
En compañía del concejal Undurraga (UDI) -aprovechando el contexto hospitalario- carroñean la presa fácil sin importales la asociación directa con el siempre astuto diputado Morales, que no está en la escena. Diputado, también fiscalizador, que tampoco fiscalizó a los telecomandados concejales.

Decía que le faltó una pregunta posterior a la señora en este marco formidable: ¿De qué sirven los concejales?. Bingo: para fiscalizar.
Nop, no es un chiste ni ironía, los formalizados tienen esa responsabilidad, ni más ni menos que fiscalizar. ¿Cómo llega un grupo completo de fiscalizadores a este punto de las cosas? ¿debemos creer su sincera intención por lograr con prontitud un hospital?
Obvio que si, lo hacen por nosotros y debemos confiar plenamente.

Maule always surprising.

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