Pendientes de la ciudad ciclista

Curicó es la ciudad ciclista de Chile.
Este eslogan que logró la ciudad a costa de campeones nacionales, usuarios frecuentes de bicicletas y unas destacadas jornadas de vueltas a Chile con periodistas que retribuían con sus reportes nacionales las buenas atenciones –de todo tipo- en mi opinión se ha sostenido a duras penas. La ciudad no se hace cargo, no se interrelaciona a los actores ni se guía su desarrollo de modo de mantener dignamente el cartel. Crecimiento silvestre que, a pesar de tener un potencial enorme, se mantiene sólo en lo potencial. Algo de esto lo dejé en Duam.me en fomento al uso de la bicicleta en Curicó.

Notando esto, la primera intuición es que la ciudad debe contar con infraestructura que permita entregar a los ciclistas todas las facilidades para motivar su uso y sumar a más usuarios, con todos los beneficios que se asocian al deporte, vida al aire libre, descontaminación, etcétera. En infraestructura viene a la mente las ciclovías –carrilbici, ciclobanda- y obviamente facilidades para securizar su uso sin ser víctimas de robo, por medio de estacionamientos o espacios para mantener a resguardo la fiel compañera.

De la ciudad ciclista a la ciudad de las ciclovías
Ha pasado el tiempo y hemos visto como se intenta levantar un nuevo concepto, ya no con foco único en ser “la ciudad ciclista”, sino ya en ser “la ciudad con más km de ciclovías”, lo que ha llevado a absurdos como la instalación de ciclovías que en momentos de congestión incluso logran usar casi el 50% del ancho de las calles, evidenciado su máxima expresión en el eje de la céntrica calle Merced. Además de esta situación, hubo que pagar los “daños colaterales” perdiendo árboles fundacionales, virajes seguros y un diseño circense que gatillarían la suspensión abrupta del proyecto en plena ejecución.

Ok, saquen los tachones
Hace un par de días, reculó el municipio. Los tachones de Merced comenzaron a retirarse ya que en un ataque de sensatez, se ordenó su eliminación. En el sitio del municipio se hace referencia al hecho, delimitando desde luego la responsabilidad que le cabe en cuanto a lo técnico, aunque no deja de ser interesante lo que ha implicado este proyecto.

“El proyecto de las ciclovías, pasó por un estudio previo de la Secretaria de Tránsito (Sectra), que funciona en Talca fue realizado hace un par de años, lo que evidentemente en la práctica debía sufrir cambios por el aumento en el parque automotriz de Curicó, por tal motivo el municipio solicitó esas modificaciones en algunas calles del proyecto original, ya que algunos tramos de las ciclovías eran inviables, sin embargo ésta entidad no autorizó el cambio argumentando que tenían todos los estudios que los respaldaban. Es por esto, que el alcalde en conjunto con el cuerpo de concejales y funcionarios de la Secretaria de Planificación Municipal (Secplac), expusieron el proyecto, mostrando el recorrido de estas ciclovías sin que nadie presentara observaciones al respecto, incluso cuando todos los documentos permanecieron por más de 48 horas para que cualquier concejal los pudiera analizar y aportar con ideas o inquietudes, nadie se manifestó.”
– “Municipio curicano comenzó retiros de tachones en calle merced, por reformulación del proyecto ciclovías“.

A pesar de que el párrafo del sitio del municipio es autoexplicativo y teniendo en consideración que por lo general errores de esta especie terminan pasando piola –presupuesto gastado mediante- quiero resaltar dos puntos. El primero hace referencia a la autoridad, toda vez que se aceptan proyectos que no se condicen con la realidad local lo que se hace evidente una vez gastados los recursos. Yo tomo como opinión que es un problema de autoridad, aunque desde luego podemos abrir la discusión acerca de si es ese el real asunto tras el aceptar todo lo que venga de la capital regional o nacional. El segundo hace referencia a la irresponsabilidad, que queda de manifiesto cuando seis “curicanos de toda la vida” no son capaces de prever que una calle con las características de Merced “eventualmente” podría tener uno que otro problema de tránsito de quitar cerca del 25% del ancho en horario valle (2 pistas) y al 50% en horario punta (1 pista). Ahora, dar un par de días para análisis de un proyecto que afectará al tránsito de una ciudad de este estilo -con los problemas de transito que ya tenía- es mala fe, falta de experiencia al aceptar el plazo, irresponsabilidad por comerse los plazos de postulación o simplemente no querer que se analice el proyecto.

Se ha dicho que el proyecto se “reformulará”. Habrá que estar atento para no tropezar dos veces con la misma piedra o, peor aun, no agregar al portafolio de los proyectos que iban a ser y no fueron. Saludos al resbalín del Cerro Condell.

El fotolog del Alcalde y sus amigos no da mayor información.


En plena faena de retiro de tachones. Foto vía Curico.cl

Ciclovías no son la solución
Mi opinión inicial era favorable a la construcción de ciclovías, aunque investigando he tenido la oportunidad de cambiar mi percepción y por lo mismo mi opinión en cuanto a ellas. He pasado de poner el foco en la infraestructura al de el respeto mutuo entre conductores de vehículos motorizados y ciclistas. Pueden ver algo de esto en una nota acerca de Copenhague antes y después de las ciclovías. Otro: en la cuneta.

Para motivarlos a leerlo:

“Todavía hay ciclistas que creen que las ciclovías están pensadas para que el ciclismo sea seguro. Nada podría estar más lejos de la verdad. Las ciclovías fueron creadas por el sistema de carreteras para tener a los ciclistas fuera de los caminos para la conveniencia de los motoristas. Los hechos de la historia no permiten otra interpretación”
– John Forester

Pueden ver también cuáles son las ciudades más “bici-friendly” del mundo, que valdría la pena revisar para tomar como ejemplo –me da miedo sugerir esto en vista de las millas de vuelo acumuladas– y algunas opciones para motivar el uso de la bici en la ciudad.

Por cierto, ¿en qué se movilizan nuestros concejales y el alcalde?.

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