¿Protección de datos personales?

Columna para QuintoPoder.cl

Como se habrá dado cuenta a esta hora del partido, la información se vuelve cada vez más importante y como versa el que se ha convertido en el mantra de algunos: “información es poder”. Asistimos a un punto en que la información se vuelve a cada paso más esencial, y en el que hay cabida para fenómenos desde el tráfico de información privilegiada hasta el intercambio de datos e información por dinero en cualquier compañía que provea servicios de este estilo (vamos, Dicom Equifax no es la única).

¿Usted regala sus datos?
Con la controversia del cambio de Ley de Dicom la industria de los datos se verá afectada. Pero, los mismos que ahora rasgan vestiduras por la supuesta venta de información que hará Equifax, no dudan en donar sus datos de compras en cualquier local que les ofrece de forma *desinteresada* sus puntos por compras. Por cierto, concedo la ignorancia del usuario en cuanto a que nunca se muestra qué se hará con la información obtenida luego del “desea acumular puntos”, que va desde el rastreo de compras personales, a posibles cruces con las compras familiares (“¿desea invitar a un pariente al club?”) y qué decir de las compras que tienen que ver con ámbitos como la salud. ¿Qué pasaría si una farmacia entrega sus datos a una Isapre por ejemplo? O bien, si la misma farmacia entrega la información a un banco, luego de identificar que los medicamentos calzan con una enfermedad catastrófica, ¿qué posibilidades de ser cliente existen? ¿Cómo recibirían a un posible cliente en un banco que ha conocido a través de la Isapre un detallado perfil?

Supongo que a este punto del relato el lector tendrá más conciencia acerca del valor que pueden tener sus datos. Cuestiónese ahora, por ejemplo, por qué algunos bancos venden la propia información financiera y movimientos pasados a sus propios clientes. ¿A quién pertenece esta información?

El Estado regalando los datos de sus ciudadanos
No podremos evitar que los privados hagan de las suyas con nuestros datos, salvo un necesario cambio de prácticas en el día a día. Algo muy distinto es lo que sucede en la gestión de datos que posee el Estado. Debiésemos cuestionarnos en cómo maneja el Estado nuestros datos en cada una de sus caras. Por cierto, es de conocimiento público en esta industria que al optar a ejercer la ciudadanía, además de poder votar, estamos entregando nuestros datos al Servicio Electoral, que dispone de ellos como si fuesen parte de su patrimonio sin dudar siquiera en la pertenencia a cada ciudadano. Ya sabemos, el Registro Electoral del Servel es público. De ahí a una compañía, un paso. Paso que ya dieron hace rato. Por cierto, aquí cabe el público agradecimiento al errático actuar del Consejo Para la Transparencia que también ha presionado al Servel para entregar esta información. ¿No vidente? ¿analfabeto quizá? Esto no importa en el mundo de Bilz & Pap.

En este marco y ante cambios de Sistema Electoral, ¿qué pasaría si inscribimos automáticamente a toda la población?.En la misma línea y extrapolando al Estado en su conjunto, desde información financiera (nuestros impuestos por ejemplo) hasta información laboral, beneficios sociales, entre otra información es almacenada. Entonces podremos preguntarnos cuál es la política de protección de información usada. ¿El Estado externaliza servicios en los cuales se maneja información personal? Si así fuese, ¿de qué forma se supervigila que las empresas contratadas no transfieran dicha información?

Legisladores usando datos
En este ámbito desde luego deben de tomar la responsabilidad que le cabe a nuestros letrados legisladores, esos que con grácil prestancia han logrado un juego de piernas notables en cuanto a lo que a Ley de Transparencia se trata (leyes de datos e información aplicadas a si mismos), pero que llegado el día del spam utilizan todos los medios para hacerse de bases de datos de electores. Adivinen de donde salieron esas bases.

Sí, el propio Senado cuenta con su propia y amplia base.

¿Tendrán entonces nuestros representantes interés en que exista una legislación tal que se mantenga el cuidado del uso de la información sin posibilidad de llegar a identificar individuos? Veremos cuánto pudor hay en el uso de información personal en este futuro periodo de campañas en donde ya hemos visto que se está usando información a nivel de ciudadano o futuros ciudadanos.

Este es sólo el comienzo
En fin, será una larga batalla pero es posible intentar resguardar su información. Con estos sencillos consejos podrá mantener a su responsabilidad la trazabilidad de sus datos.

· Intente pagar con efectivo: usted decide si desea hacer trazable su compra en una farmacia o cualquier tienda que pueda obtener o generar su perfil.
· No acumule puntos: por cada vez que entrega su rut se asocia su compra o la del rut entregado.
· Cuide a su círculo cercano: no lo inscriba en promociones, descuentos o clubes de fidelización de clientes. De paso, intente mostrar el escenario que se nos viene.
· No responda encuestas: en cada respuesta que entrega, agrega datos para generar un mejor perfil suyo.
Pregunte de donde obtuvieron sus datos: ante llamadas que le llamen por su nombre, consulte de dónde obtuvieron sus datos.
Como nos ha demostrado la experiencia, si no cuidamos nuestros datos, nadie lo hará por nosotros.

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