Fuegos artificiales de año nuevo en Curicó

Feliz año queridos lectores.

Las fiestas de año nuevo en mi caso las celebramos en la ciudad de Molina, a unos 30 minutos al sur de Curicó. Esta zona, al igual que gran parte de la Región del Maule, fue afectada también por el terremoto del 27 de febrero de hace un par de años. Aún queda por reconstruir y los recursos como sabremos, suelen ser escasos.

Al llegar las 00.00 del nuevo año, me sorprendió no oír los estruendos de los fuegos de artificio que solían ser parte del entorno en jolgorio. Mi sentido público me hizo pensar en que tal medida –de no lanzar fuegos artificiales- era por un compromiso en que tal nivel de gasto no era acorde con la condición de necesidad que aquel aciago 27F dejó. Pues bien, pese a mi optimismo, me comentaron que la decisión más que económica fue política, dado que el concejo comunal no aprobó la realización del espectáculo pirotécnico y en cambio hubo un baile masivo en plena Plaza de Armas.

En mi ingenuidad, hice una reflexión parecida por tuiter y pronto vi que un concejal curicano compartía a la par los “espectaculares” fuegos artificiales de Curicó. Por lo que obviamente no dejé pasar la oportunidad de consultar acerca de quién asumía los costes del evento y si se comprometían recursos públicos en su realización. En vista del escueto “no” que tuve por respuesta, intenté ver si había información al respecto en los pasquines locales. Suerte la mía que di pronto con uno en donde se exponía una “alianza público privada”.

En total, el evento habría costado $20.000.000, de los cuales el municipio habría tenido que asumir “sólo” $15.000.000 por 20 minutos de fuegos artificiales. El escueto “no” cambió de forma y ya las alianzas público-privadas iban dejándose un poco más claras en cuanto a sus compromisos.

Me parece pertinente recordar en este punto -por si como ciudadanos se nos ha olvidado- que en ningún momento se exige al municipio la obligación de entretener a la población o hacernos pasar un rato divertido. Por cierto, ya habiendo solucionado los problemas y logrando un nivel de desarrollo e ingresos digno de al menos top 10 de municipios chilenos, podríamos pensar en que los recursos cubren con holgura las necesidades de la ciudad. Imagino que este no es el caso de una región, provincia y ciudad luego de ser azotada por un terremoto de magnitud planetaria.

Aquí desde luego se mezcla la duda del uso de dineros públicos en entretenimiento –entiendo que en la Grecia Antigua se le llamaba “circo”– con la inquietud acerca de los costos de oportunidad implícitos en caso de que dichos fondos fuesen usados con tal propósito.

Sería interesante por ejemplo, luego de ver los montos invertidos, ver el presupuesto asignado a la Corporación Cultural de Curicó, entidad con vasta trayectoria en el ámbito cultural y creada con un objetivo consistente al quehacer cultural en sí y de paso darle una vuelta a la posibilidad de gastar aquellos recursos utilizados en 20 minutos en actividades que pueden tener mayor impacto. ¿Alguien recuerda los fuegos artificiales del 2011?.

En un día literalmente nos quemamos $15.000.000.

Al parecer los IPads no fueron suficientes.

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