¿Dónde está el piloto?

El Diario La Prensa está en el Suelo. Ese podría ser el titular de un diario amarillista, pero vamos, que esto no es un diario, es un blog!. Como ya sabrán, el municipio decretó la demolición del centenario diario curicano —incluso hubo Aliagas en la creación del diario… ehm…— hace algunos días, lo que está generando polémicas en el espacio público de la ciudad.

Hace algunos días una bajada de título del Diario apelaba a la ciudadanía “Basta de esperas innecesarias. Mientras la burocracia no hace más que estancar las cosas, se corre el peligro de un accidente en el centro de la ciudad. Municipio tomó las riendas. ¿Hay que esperar que muera alguien para actuar?”. En el interior el Alcalde se refiere al tema “(…)  Indicó el edil que no se había ejecutado antes este trabajo dado que los recursos municipales se habían agotado con la gran cantidad de viviendas que vieron que demolerse, aun cuando la obligación de demolición no era del Municipio sino de cada uno de sus propietarios, pero como constituían un peligro para la comunidad, debió asumir esa tarea la municipalidad.”

En efecto, el edificio queda en pleno centro y ante cualquier réplica fuerte, lluvia permanente o simplemente el tiempo, alguna pared caería, siendo un potencial peligro para los curicanos. Bien por el municipio y Concejales + Alcalde por tomar la decisión.

Teatralidad

Hoy, la situación toma ribetes esquizofrenicos. A tanto ha llegado este tema, que el Alcalde ha declarado que está dispuesto a ir a la cárcel por tal decisión, en virtud de haber decretado la decisión sin el beneplácito del Consejo de Monumentos (?). A ver… ¿dónde está el piloto?. No haré el análisis de tiraje o ingresos, ni situación económica actual del diario, tampoco de los salarios del equipo, no obstante lo anterior, me parece que está faltando un actor en esta escena.

Es claro que la ciudad requería de demolición de varios centenares de casas de quienes perdieron todo. El municipio aportó dado que se hace insostenible la vida —pensé en poner en mayúscula la palabra vida— de una ciudad en tal situación. Pero como diría un lolo ochentero (A.K.A. Viejotex) : vamos chantando la moto.

“Ver hoy a un representante electo ante una potencial inmolación —asunto ya bordea lo épico— por un negocio de privados es simplemente un despropósito”

Si bien BCI pudo ser irresponsable en alguna medida al botar su edificio —ojo que ya anunció reconstrucción— dió la pauta para lo que sería razonable para cualquier entidad privada con fines de lucro: costear su demolición y en vista de sus posibilidades, su reconstrucción. Esto puede discutirse para una pequeña empresa familiar, estamos de acuerdo, pero vamos que para una notaría por ejemplo (casos históricos para el terremoto del 85, cuando con yeso se reparó el daño estructural para no perder metraje…) sería impensable destinar fondos públicos. En algún momento ha de parar la ordeña. Bueno, esto le parecerá injusto a los dueños de notarías —obvio— y también a los dueños de máquinas de lobby.

Ver hoy a un representante electo, acargo de la comuna en este caso, ante una potencial inmolación —asunto ya bordea lo épico— por un negocio de privados es simplemente un despropósito. Más aun cuando ni el propio dueño del local asume tal responsabilidad. Estamos claros que una reconstrucción requeriría de mayores recursos que la construcción desde cero. Se necesitarían menos recursos aun si un tercero pagase por demoler la propiedad en cuestión (todos los curicanos/chilenos en este caso). Las colonias, agrupaciones de alimanitos o engranajesbienhechores varios parece que no aportaron en esta etapa.

Los edificios pasan, las instituciones quedan

Las instituciones —públicas o privadas— las forman personas, no propiedades. El propio Diario La Prensa lo ha demostrado con la mantención de su diario tiraje. Los recuerdos quedarán en la memoria pero el mundo sigue girando. Desde luego, los mismos recuerdos motivarán a futuros posibles. Si bien el epitafio de “Ha dejado de existir el edificio “Diario La Prensa” sus restos serán velados por todos los curicanos. El diario siempre vivirá con nosotros” tiene algo de cierto, el edificio en el piso no ha parado las ediciones que seguirán apareciendo.

Re-construyendo a los medios

¿Deben reconstruirse los medios que cayeron? ¡Por cierto que si!, es más, debiese fomentarse la aparición de nuevos medios de comunicación también, los que cumplan efectivamente su rol de 4° Poder, título que usan cuando les conviene. Medios que efectivamente medien entre ciudadanos y representantes, medios que den cuenta —al menos con la intención de una objetividad que es inalcanzable— de lo público y no sirvan únicamente a sus dueños y asociados como potenciales de lobby o para gustillos personales (muy visto últimamente en radio RTL por cierto). Medios independientes que definan líneas claras que no les detengan en su labor de informar. Medios realmente periodísticos, de periodistas de a deveras, que redacten dignamente, con buen cuño, sin miedos ni trabas conceptuales, libres por convicción y vocación, de esos que entendieron que tener el título no es suficiente. Periodistas de esos que no compartirían un asado después de una campaña por que entienden conceptualmente un conflicto de interés, menos aun, de esos que asesoran pretendiendo lograr una posterior objetividad y después van al asado también. Periodistas de los de a deveras.

Pero no paremos ahí. Redactar bien o realizar una investigación decente no son habilidades esotéricas que se consiguen únicamente tras un ritual de iniciación en una misteriosa escuela de periodismo…, por lo mismo, el 5° Poder (portales, agregadores, plataformas, planets, blogs, etc.) también debe estar presente en este juego. Me alegra ver a diario como surgen nuevas opciones informativas en la Provincia y la Región, concientes de que la objetividad es un ideal, pero también de que la suma de subjetividades da a veces un mejor resultado que una redacción de marfíl. Me encantaría ver  más maulees, más amaules, más crónicascuricó, más guíascuricó, más maulecs, más vivimoslanoticia aprovechando la eliminación de las barreras de entrada para la creación de contenidos. También debiese fomentarse el desarrollo de estas iniciativas, aunque los medios tradicionales les vean en editoriales como la invasión de internet.

Hoy el edificio está en el suelo. A ver la máquina-de-lobby cuánto demorará en reconstruirlo.

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