Profesores en paro: ¿Quién aprende de quien?

Me es cercano el movimiento del magisterio, la vida de profesores y la dirigencia de movimientos. Soy hijo y sobrino de profesores, por lo que he visto el esfuerzo e inagotables horas extra dedicadas por vocación a este loable trabajo de ser maestro. Obviamente sin pago, solo vocación. De igual modo he visto como afecta a la convivencia dentro del mismo hogar, sobre todo cuando ves lo que sucede con perspectiva de niño. También me son familiares desde la sobremesa los conceptos de “deuda histórica”, “jubilación anticipada”, “el magisterio”, “la reforma mal hecha”, “las copias a ciegas a reformas españolas”, “la municipalización”, “las triangulaciones de los municipios”, “la Ministra sostenedora de colegios”, “profesores amedrentados para que se cambiaran al sistema de AFP” etc., y a pesar de discrepar en algunos temas, por ejemplo el de la “evaluación docente”, comparto la gran parte de las aspiraciones que tienen por lograr algo básico que es: cumplir la ley.

Desde el 18 de mayo y como parte de los diversos sectores que se manifestaron previo al 21 de Mayo -simbólico por que es el momento en que se entrega la cuenta pública y la promesa de gestión del año siguiente del presidente de turno- “el magisterio” inicia el paro que declara como indefinido y que aun no muestra indicios de llegar a término. La lógica de las negociaciones debiese indicarnos que hoy sábado y mañana domingo las negociaciones debiesen tomar fuerza y vigor para estar el lunes con el problema en vías de solución y ya en clases.

La autoconfianza de la Ministra.
Me parece francamente absurdo ver la autoconfianza de la Ministra del Jarrón. Irse de gira a Francia mientras en su cartera emerge un movimiento no puede más que mostrar la credibilidad que tienen los movimientos del gremio para la Ministra. Nula. No lo presupuestó, no le dió la real importancia, no lo previó… lo que muestra hoy las apariciones con tono violento y altivo de una Ministra recién llegada que ve como la leche se está subiendo.

Padres y apoderados inquietos.
Entiendo que los apoderados vean aterrados que sus hijos deban quedarse en casa con todo lo que implica, desde pedir permisos hasta improvisar guarderías con la vecina cercana, pero muestra también la preocupación principal de los apoderados, vale decir, el problema es “con quien dejo a mi hijo” y no “mi hijo no se está educando”, lo que expresa el valor que tienen los colegios no tanto como centros de aprendizaje sino como la guardería necesaria para trabajar tranquilo. Ciertamente es necesario el comprimiso de los docentes con su labor, pero principal es el compromiso directo con tus propios hijos!.

El recuerdo de los pingüinos.
En la sobremesa también he oido de dirigentes vendidos, pusilánimes que a último momento vende al gremio completo y asegura su futuro. No es de extrañar que asuntos de este estilo sucedan cuando las trenzas de poder son más largas de lo que parecen.
En lo personal creo que hay bastante dirigente vejete y no apto dentro de la mecánica dirigencial, aunque, a diferencia de otros movimientos anteriores, hoy hay algo nuevo.
No podemos cegarnos al impacto que causó en el magisterio el movimiento de los pingüinos y la muestra patente de posibilidades de un movimiento cuando se gestiona bien. Del mismo modo no podemos dejar de ver las amplias diferencias que los dos tienen, partiendo por la popularidad causada entre los mismos apoderados por lo que sus propios hijos hacían.


Foto por Juan Carlos Muñoz Ponce

(en paréntesis, cabe darse una vueltecita por la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile para conocer un poco del movimiento y comenzarán a ver caras conocidas del movimiento pingüino…).

La frase que más de una vez oí “los alumnos pasan, los profesores quedan” calza a la perfección. Los profesores quedaron y la Ministra no se dió cuenta. El agua de María Música no fue suficiente.

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